Las obras del Tram en el bucle centro han reencontrado a Castelló con su pasado. Las catas arqueológicas han hecho brotar restos de la antigua muralla del siglo XIV, el fuerte de la libertad de las Guerras Carlistas y un aljibe del siglo XIX. Por unas semanas, la ciudad ha recuperado parte de su legado histórico. Sin embargo, el paso del tiempo ha hecho mella y los vestigios encontrados han aparecido en un deficiente estado de conservación. La Conselleria de Cultura ha optado por volver a cubrirlos al considerar que no tienen la suficiente entidad para ser expuestos.

El Consell ha seguido el mismo patrón de actuación en todos los hallazgos que ha ido descubriendo; primero los ha documentado y catalogado y posteriormente los ha vuelto a tapar introduciendo una capa aislante para evitar futuras afecciones. Los técnicos arqueológicos consultados por este diario afirman que este proceso es habitual cuando el patrimonio aparecido ha llegado en un mal estado al estar afectado por construcciones de épocas posteriores. Las huellas de la muralla se encuentran ahora dentro de viviendas, un antiguo trinquet o conducciones.

El bucle centro del Tram coincide en algunos tramos con la traza de la muralla medieval. Es por ello que la Conselleria de Cultura, de acuerdo con lo que establece la Ley de Patrimonio Valenciana, ha establecido la realización de unas catas arqueológicas previas. Estos trabajos no han variado el calendario de ejecución del Tram, cuyas obras avanzan al ritmo previsto inicialmente.

La constructora del bus guiado del bucle centro localizó los primeros restos de la fortificación en la segunda semana de mayo en la plaza Cardona Vives. Se trataba del basamento de la antigua muralla, que se remonta a los siglos XIV y XV. El equipo investigador apuntó que se encontraba "bastante alterado por construcciones posteriores". En este sentido, fueron cubiertos con una tela geotextil que permite su aislamiento.

No obstante, este hallazgo llevó a los técnicos a programar nuevas excavaciones en un lateral de la misma plaza al intuir que en este punto podría encontrarse una de las entradas medievales de Castelló: el portal del Aigua. Las catas en este lugar se han llevado a cabo esta semana y, como se prevía, han hecho surgir el viejo portal. Corresponde a parte de sus cimientos y también ha sufrido una importante afección por edificaciones levantadas a posteriori. Ahora se están desarrollando los trabajos de catalogación, pero todo hace indicar que el portal se mantendrá bajo tierra, con el añadido de que será salvaguardado con una protección.

El Tram también ha sacado a la luz otros restos de la muralla en la plaza Hernán Cortés y en la calle Gasset, así como un pequeño rastro del fuerte de la Libertad en la plaza de la Independencia, un baluarte defensivo erigido en las guerras carlistas del siglo XIX, y un aljibe de una antigua fábrica.

Exhumación en Ribalta

Anteriormente, en 2008, el proyecto del Tram descubrió el cementerio del Calvario del siglo XIX que se ubicaba en el actual paseo de coches del parque Ribalta. En esta ocasión se decidió la exhumación de los 159 cadáveres hallados. Un año antes, en la plaza de la Hierba surgieron una docena de esqueletos del siglo XIV, que habían sido enterrados bajo la primitiva iglesia. Fueron trasladados al Museu de Belles Arts de Castelló. Los vestigios materiales volvieron a ser enterrados.