Llucena vivió ayer el día grande de estas fiestas de agosto, la festividad de la Virgen de la Asunción. Rosario de la Aurora, Misa Solemne, reparto de dulces típicos y moscatel para los visitantes y, por supuesto, la prueba y embolada del toro patrocinado por el ayuntamiento.

Pronto arrancaban los actos del día festivo. A las 6 de la mañana, los participantes en el Rosario de la Aurora, encabezados por el párroco local, mosén Ramón Seguer, recorrieron las calles de la población. Y a las 11,30 horas comenzó a la misa solemne en honor a la Virgen, con asistencia de la corporación municipal y las reinas y damas de las fiestas de este año. Al terminar, se produjo el tradicional reparto de dulces típicos y vino moscatel.

Delante del ayuntamiento, y con los pasodobles de la Unió Musical Llucenenca de fondo, los centenares de turistas y vecinos que se acercaron pudieron degustar los tradicionales "cocs d'ametles" al estilo de Llucena mientras disfrutaban del baile.

Por la tarde, en el recinto taurino se congregó un gran número de personas. La ganadería de Lucas Tárrega de Vilafamés fue la encargada de animar la celebración, pero, sin duda, el momento estrella fue la prueba del toro cerril con número 13 guarismo 8, del hierro de Jacinto Ortega de Baños de la Encina (Jaén) que levantó mucha expectación entre los asistentes.

Por la noche, los dos toros embolados, uno, el probado por la tarde, el otro, de la misma ganadería de la tarde y la macrodiscomóvil cerraron un día completo de las fiestas de agosto.