El secretario general de la patronal azulejera Ascer, Pedro Riaza, asegura que el Gobierno de Rajoy "no está valorando en absoluto" al sector azulejero, así como su importancia en la economía provincial, regional y autonómica.

De esta manera, Riaza critica abiertamente la decisión de gravar el consumo de gas industrial con un nuevo impuesto, lo que, a su entender, no responde a ninguna lógica a nivel económico: "Es una medida contra el sector, la economía productiva y la industria. Los efectos negativos que traería la aplicación del nuevo impuesto superarían con creces la recaudación que el Gobierno espera hacer con la medida. No se puede vender el coche para comprar gasolina".

De hecho, y según sus palabras, la medida puede dejar contra las cuerdas al sector productos de baldosas y azulejos, lo que se traduciría en una nueva oleada de despidos ya que, aunque Riaza asegura que "no podemos cuantificar los puestos de trabajo que esta medida se cobraría", si que se atreve a vaticinar que la aplicación de la nueva tasa "se llevaría por delante el beneficio neto del sector de los dos últimos ejercicios". Es decir, "si el sector fuese una única empresa, el nuevo impuesto la llevaría irremediablemente a pérdidas y por tanto anularía su viabilidad empresarial", puntualiza el secretario general de Ascer.

La patronal ya ha hecho saber al Gobierno su malestar por esta propuesta, ya que cuando surgieron las primera noticias al respecto "remitimos una carta al ministro de Industria, José Manuel Soria, en la que le expresamos el rechazo y las consecuencias nefastas que tendría la aplicación de la nueva tasa para el sector fabricante de baldosas cerámicas español. Simultáneamente hemos activado todos nuestros canales de comunicación, tanto directos como indirectos, con los máximos responsables de instituciones, partidos políticos y los gobiernos a nivel nacional, autonómico, provincial y local para hacerles llegar nuestra inquietud ante el anuncio de la medida".

En este sentido, Riaza matiza que la Generalitat Valenciana "conoce de primera mano nuestra preocupación, y de hecho estamos en continuo contacto tanto con el conseller de Industria como con el presidente, Alberto Fabra. También los principales partidos políticos son conocedores de nuestra preocupación, y nos consta que contamos con su apoyo expreso por las declaraciones que en las últimas semanas han hecho tanto PSPV, PP y Bloc a los medios de comunicación, solicitando en todos los casos que no se imponga la tasa o que esta se reduzca al mínimo".

Además, también se pide a los sindicatos "un ejercicio de responsabilidad y que también se posicionen en contra de esta tasa da gas", puntualiza Riaza.