Los sindicatos y la Conselleria de Educación han vuelto a protagonizar una batalla de cifras, en este caso a propósito de las ratios de alumnos por clase. El aumento de los estudiantes por aula es una realidad, pero la consellera de Educación, María José Català, anunció ayer públicamente que los centros públicos de infantil y primaria de la Comunitat Valenciana "tendrán en torno a 20 alumnos por clase de media, unos diez alumnos menos del máximo permitido para el curso 2012-2013, que se situaba en 30; Estas cifras muestran que el aumento de ratios establecido como medida excepcional para el curso 2012-13 no ha tenido repercusión". Las palabras de la consellera fueron rebatidas por el sindicato UGT, que advirtió que la cifra "es ficticia porque se hace una media de todos y se cuentan las aulas del interior donde hay menos niños para maquillar un hecho irrebatible: los núcleos que concentran la mayoría de estudiantes en la costa están saturados. No se puede pretender hacer una suma y querernos hacer creer que no ha habido aumento de ratios, cuando la realidad es que tenemos clases con 30 y 35 niños que están colapsadas".