La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, aseguró ayer que "nadie va a quedar desatendido" en los centros sanitarios, aunque matizó que aquellos ciudadanos que "no tengan tarjeta sanitaria, deberán abonar la asistencia".

Durante la apertura de una reunión en Valladolid con representantes de nueve autonomías -entre elllos, el valenciano Luis Rosado-, Mato expresó que la asistencia sanitaria "se seguirá prestando a todo el que lo necesite" por medio de los "procedimientos de gestión" que desarrollarán las comunidades autónomas "sin que por ello se genere ningún derecho, que pueda dar lugar a ciertos abusos ni que ponga en riesgo la sostenibilidad del sistema".

Mato justificó que el pago del servicio sanitario por aquellos ciudadanos que carezcan de tarjeta ya estaba previsto en la Ley General de Sanidad de 1986 y subrayó que el modelo propuesto garantiza la asistencia a todos los menores y las mujeres embarazadas.

Garantías

Además, insistió en que está garantizada la prevención y el control de enfermedades transmisibles a través de los programas de salud pública, así como los tratamientos de urgencia y el seguimiento de los crónicos "para extranjeros sin cobertura asistencial y sin residencia legal".

"No es una cuestión de ajuste económico, se trata de cumplir con el reglamento europeo y con las conclusiones del informe del Tribunal de Cuentas", remarcó Mato, convencida de que con estos cambios en el marco legal del aseguramiento se garantiza "el principio de reciprocidad" cuando los españoles viajan al extranjero. La ministra afirmó que estas medidas van a servir para "poner freno al turismo sanitario", que según los cálculos del Tribunal de Cuentas utilizados por Mato ha costado a España cada año más de mil millones de euros.