El rectorado de la Universitat Jaume I de Castelló y el Consell de l'Estudiantat colaborarán para ofrecer por primera vez más de 250 becas internas de 300 euros destinadas al pago de parte de la matrícula; una medida concebida para paliar el aumento de tasas y el endurecimiento de los baremos de las ayudas del ministerio y de la Generalitat Valenciana.

Así lo confirmaron ayer fuentes del Consell de l'Estudiantat, que aportará 20.000 euros de su presupuesto para complementar una partida de 78.000 euros habilitada por el rectorado. En suma, la UJI destinará alrededor de 100.000 euros para eximir de la matrícula a 250 estudiantes (150 de ellos de primera matrícula de grado y otros 100 de segundo y años posteriores).

Las ayudas se concederán mediante concurso y se dará prioridad a las familias con menos recursos, aunque el límite máximo para poder concurrir será una renta familiar inferior a 27.000 euros para familias de 2 miembros, 36.000 euros para familias de 3 miembros y 43.000 para familias de cuatro. De este modo, la renta per cápita ponderará un 90 % de la puntuación total y el expediente académico representará un 10 %.

Las mismas fuentes precisaron que estas ayudas de matrícula se complementarán con alrededor de 150 becas de comedor con las que se podrá acceder a un menú diario intransferible en la cantina del campus universitario.

La contribución ofrecida por el Consell de l'Estudiantat tiene por objeto aplicar en el terreno de lo real un compromiso de este colectivo con los estudiantes más desfavorecidos y respaldar una mayor igualdad de oportunidades y redistribución de la riqueza.

A este respecto, uno de los portavoces del Consell d'Estudiants, Enrique Pallarés, hizo hincapié en que este organismo está trabajando para aplicar un nuevo criterio en la inversión de su presupuesto y hacer hincapié en una dimensión más cultural y social.

Por su parte, el rectorado está intentando suavizar los efectos del incremento de tasas (de entre un 33 y un 700 %) aprobado por la Generalitat Valenciana en contra del criterio de todas las universidades públicas. No en vano, todavía reina la incertidumbre sobre un posible descenso de consecuencias difíciles de prever de las matriculaciones de los estudios de máster.