Al final fueron 38 las hectáreas de cultivos y monte bajo, quemadas en los términos de Càlig y Benicarló tras el incendio iniciado en la tarde del jueves, lo que supone uno de los mayores registrados este verano en el norte de la provincia.

Según confirmó ayer la alcaldesa de Càlig, Ernestina Borrás, el fuego se inicio en el Pou la Bassa."Se propagó rápidamente por unos naranjos muertos y zonas de cultivo abandonadas y dejadas. Hay mucha hierba en el monte y es una pena". Tras saltar la carretera el fuego se dirigió hacia Benicarló, frenándose en la parte posterior de la montaña conocida como el Corral del Petiquillo. A ello ayudó el cambio del viento.

La alcaldesa de Càlig, municipio que ha vivido varios incendios en los últimos meses, reclamó que se tomen medidas y no se recorte en prevención de incendios. "Si no se recortara como se está haciendo, esta clase de incendios se podría evitar", agregó.

La Guardia Civil y Bomberos investigan el origen del fuego. "Ni confirman ni desmienten si es o no un incendio provocado", concluyó la alcaldesa.

Asimismo el incendio registrado en Azuebar también quedó controlado en la madrugada del viernes y algunos efectivos de los bomberos del Alto Palancia permanecían sobre el terreno para evitar el rebrote de las llamas.