Veinte policías locales de Benicàssim protagonizaron ayer ante la puerta del ayuntamiento la primera protesta en contra del nuevo horario de trabajo establecido. La protesta fue convocada por Comisiones Obreras, CSIF y el Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (Spplb). El acto es el primero de la "hoja de ruta" de movilizaciones acordadas el jueves en una asamblea a la que, según fuentes sindicales, acudieron 43 agentes.

Los concentrados reclaman a la alcaldesa, Susana Marqués, "un nuevo interlocutor entre la policía y el consistorio". Al grito de "estamos hasta los h..." o "queremos un nuevo capitán que lleve el barco" mostraron su descontento con el Jefe de Policía, Eugenio Capitán, a todos los funcionarios del consistorio y los vecinos. La protesta duró media hora y en todo momento no cesaron los pitos. Al final pidieron una reunión con la alcaldesa.

La pitada obedece a la disconformidad con "los horarios que tenemos que hacer, peores que en otros municipios". Afirmaron que las negociaciones y el diálogo para fijar el cuadrante horario "han desaparecido", de ahí que pidan un nuevo interlocutor, una "persona neutral".

El problema surge con la implantación de la Ley del Gobierno Central para los funcionarios con la que el horario se amplía de 35 a 37,5 horas semanales. "Sabemos que hay que cumplir la ley, pero discrepamos con que se nos pague lo mismo por un día laborable que por un día festivo o nocturno".

Cumplir con la ley

Al conocer la protesta Capitán, explicó los cambios en el horario, ya que no entiende el motivo de la manifestación, "porque el diálogo nunca se ha roto y lo único que hacemos es cumplir la ley".

Según Capitán, antes de la modificación la plantilla de policía de Benicàssim tenía un turno de 7-7, una semana de trabajo y otra de descanso "pactado en la época del alcalde Francesc Colomer". Pero con el nuevo horario que ha entrado en vigor este mes de septiembre y para hacer cuadrar las horas de servicio, los policías benicenses trabajan media hora más, 8,5 horas, y ya no tienen tantos días libres como antes.

Capitán insistió en que los cuadrantes de este mes "han sido negociados con todos ellos y el ayuntamiento mantiene una oferta de diálogo constante". De la pitada dijo que "han mostrado una postura de fuerza".

Los sindicatos apuntan que si la alcaldesa no les recibe, seguirán las medidas de presión "y no descartamos manifestarnos en fiestas", que arrancaron ayer y se se prolongarán hasta el día 23.

Este no es el primer enfrentamiento con Capitán como protagonista. El 25 de julio, Capitán acudió al juzgado como imputado tras una denuncia del concejal del Bloc, Domingo Ferrando. Los hechos se remontan a 2010, cuando el edil era responsable de Seguridad, con Francesc Colomer.