La Corte de Honor del Rosario y Santa Quitèria no ha aceptado de buen grado la programación de actos taurinos coincidiendo con el día grande de la Mare de Déu del Roser, que se celebrará en Almassora el próximo 7 de octubre. La entidad que preside Carmen Barberá todavía no se ha reunido para organizar su participación en los actos de la semana festiva pero su máxima dirigente sí mostró ayer su malestar por la actividad taurina la misma tarde en que la iglesia de la Natividad abrirá sus puertas para que los fieles asistan a la misa por la patrona y a la posterior procesión.

"No me parece correcto", apuntó ayer Barberá, tras conocer que, por primera vez, la Mare de Déu del Roser compartirá protagonismo con los astados en una jornada que siempre ha estado reservada a la devoción. La excepción se produjo el año pasado, tal como recuerda la presidenta de la entidad religiosa, pero la Coronación de la Virgen programada en horario matutino adelantó al mediodía el culto oficiado por el obispo y el festival taurino previsto para la tarde en la Vila no restó importancia a la patrona de Almassora.

En esta ocasión, toros y misa sí se solaparán, sobre todo después de que la Iglesia y el consistorio acordaran adelantar media hora la ceremonia religiosa para que la posterior procesión por el casco antiguo no coincidiera con la retransmisión del partido que enfrentará al FC Barcelona con el Real Madrid. Barberá, que desconocía ayer esta circunstancia, se mostró de acuerdo con la modificación del horario por el interés de los fieles.

El descontento se produce por la celebración, por primera vez, del Concurso Nacional de Recortadores en la plaza portátil que se instalará en el antiguo campo de fútbol de La Garrofera el día del culto a la patrona. La cita taurina comenzará a las cinco de la tarde, cuando los recortadores se enfrenten a los toros de La Palmosilla. Apenas hora y media después arrancará la misa a cargo de mosén Vicente Agut, que desarrollará así su primer oficio religioso en honor a la Mare de Déu del Roser tras su nombramiento como arcipreste del templo.

La programación taurina también afectará en esta nueva edición de fiestas al último día de celebraciones, aunque en este caso tendrá un marcado carácter benéfico y no coincidirá con ningún otro evento relevante. La misma plaza de toros portátil acogerá un festival a beneficio de la pequeña Neus Clausell, una niña que sufre parálisis. La recaudación se destinará a su tratamiento médico.