La Consellera de Medio Ambiente, Isabel Bonig, anunció ayer durante una visita a Castelló que confía en resolver el proceso de legalización del "parany" en un plazo de dos meses, lo cual deja en el aire si la normativa podrá estar a tiempo para que se pueda cazar en la inminente temporada de octubre.

Este es el periodo mínimo que se marcó la consellera para que el Ministerio de Medio Ambiente responda a la propuesta presentada el martes por la Generalitat Valenciana, que apuesta por legalizar el "parany" adaptándolo a una modalidad de caza sin muerte que cumpla los requisitos de la Unión Europea.

Sin embargo, la propia consellera admitió que el ministerio todavía no ha dado una respuesta favorable y ha exigido más documentación complementaria para asegurarse de que existen suficientes mecanismos de control para asegurar que los cazadores no ejecutan los pájaros capturados y respetan los cupos autorizados. "Una de las principales exigencias del ministerio y una de las mayores preocupaciones de la Unión Europea son los mecanismos de control, así que vamos a trabajar en este sentido", apuntó la consellera.

Además, Bonig alegó que el actual Gobierno no puede retirar el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el anterior ejecutivo socialista "porque existe una sanción de la Unión Europea que en caso de retirar el recurso se activaría". A este respecto, la consellera insistió en culpar al Gobierno socialista de haber "interpuesto el recurso de inconstitucionalidad sin crear antes una comisión con el Consell para advertirle de que esta ley de caza podría acarrear una sanción de la Unión Europea".

Por su parte, la Asociación de Paranyers de Castelló (Apaval) confirmó ayer que suavizará sus posturas y aceptará la caza sin muerte como una solución para mantener el "parany". "Antes se cazaba por necesidad, pero ahora las cosas han cambiado y lo que los paranyers quieren es disfrutar de su parany, de estar en ese entorno con la naturaleza, por lo que no habrá ningún problema por nuestra parte en aplicar la caza sin muerte". Es más, la asociación aseguró que expulsará a cualquier miembro que incumpla las restricciones. Mientras tanto, colectivos ecologistas como Gecen insisten en que la norma propuesta "no es más que un maquillaje para seguir cazando y matado aves burlando la legislación europea".