El Consell pagó a Santiago Calatrava 1,7 millones de euros sin aprobar el anteproyecto y proyecto básico del Centre de Convencions de Castelló y sin que el arquitecto cumpliera las condiciones del contrato suscrito con la Sociedad Proyectos Temáticos (Sptcv). Así lo ratifica una auditoría encargada por la Generalitat a una empresa externa.

La auditoría de cumplimiento de legalidad de las cuentas de la Sptcv de 2011 -elaborada por Mazars Auditores y con fecha del pasado mes de junio- ahonda en el contrato suscrito con Calatrava. El informe recuerda que en 2007 se firmó con el arquitecto un acuerdo para la redacción de los proyectos, proyecto de ejecución y dirección de las obras del Centre de Convencions. El contrato establecía unos honorarios por la redacción del master plan, anteproyecto y proyecto básico del 4,5% del presupuesto orientativo del edificio, establecido en 60 millones de euros, por lo que a Calatrava le correspondían 2,7 millones.

A la firma del contrato, la Sptcv pagó al arquitecto un millón de euros, mientras que el importe restante (1,7 millones) sería abonado una vez entregara el anteproyecto y el proyecto básico y tras la revisión y aceptación de los mismos por parte de la sociedad pública contratista.

Sin embargo, Santiago Calatrava presentó un trabajo que no se ajustaba a lo pactado porque triplicaba la superficie prevista y disparaba el presupuesto hasta los 100 millones de euros. A pesar de ello, la Sptcv le pagó por el proyecto básico con la condición de que en el proyecto de ejecución se adaptara a lo contractualmente previsto y entregara una propuesta de desarrollo del edificio en una única fase.

Con fecha 31 de marzo de 2011, el consejo de administración de la Sptcv aprobó que cuando se dicte la orden de inicio del proyecto de ejecución se tengan en cuenta las previsiones iniciales del presupuesto, esto es, los 60 millones de euros. La empresa auditora señala que dicha orden no se ha dictado "al estar pendientes de resolución diversas cuestiones relacionadas con los terrenos donde se va a ubicar el Centre de Convencions", aludiendo a la anulación judicial del plan urbanístico del que depende el proyecto de Calatrava.

Por lo tanto, concluye el auditor que "continúa pendiente de aprobación el anteproyecto y proyecto básico por el órgano de contratación de la sociedad, así como el cumplimiento por parte del arquitecto de los condicionantes que se establecieron en el momento del abono del importe restante de 1,7 millones".

El informe externo confirma el documento interno de la Sptcv -que reveló la diputada autonómica de EU Marina Albiol- en el que la entidad reconocía haber pagado a Calatrava pese a no estar conforme con el trabajo realizado. La sociedad pública señaló que los pagos se hicieron por una "voluntad de entendimiento" pese a advertir de que el proyecto básico del Centre de Convencions "no responde ni al presupuesto ni a la superficie construible pactados".

Honorarios "modestos"

El arquitecto Santiago Calatrava se defendió hace unos meses de las críticas y afirmó haber cobrado unos honorarios "modestos" por sus trabajos. Sobre el Centre de Convencions de Castelló, presentado en 2007 con un presupuesto de 60 millones de euros y actualmente aparcado, el arquitecto dijo haber recibido 2,7 millones y "nada más".