Un gran despliegue policial blindó ayer al pleno del Consell celebrado en Castelló ante posibles protestas ciudadanas. La Subdelegación del Gobierno y la Conselleria de Gobernación establecieron un férreo cinturón de seguridad en el perímetro de la Casa de Caragols, desplazando al menos a cinco furgones policiales, una treintena de agentes y cortando tres calles del centro de la ciudad. Y este dispositivo para hacer frente a una concentración de 20 sindicalistas.

La policía tomó tres calles del centro con motivo de la reunión ayer del pleno del Consell en su sede de Castelló, situada en la calle Mayor. Los recientes altercados en el Congreso de Diputados así como los incidentes ocurridos hace dos semanas durante una visita de Alberto Fabra a la Universitat Jaume I de Castelló, donde hubo un detenido, parece que llevaron la psicosis al Consell.

El operativo se prolongó desde la 09.00 a las 11.00 horas. Gobernación llevó el peso del dispositivo y la mayor parte de los agentes nacionales que participaron estaban adscritos a la Policía Autonómica. Una veintena de nacionales, de los que una quincena estaban a las órdenes del cuerpo del Consell, ayudados por diez agentes locales, custodiaron la Casa dels Caragols colocando tres filas de vallas en sus aledaños, cortando tres viales (Mayor, Ruiz Vila y Gràcia) y disponiendo furgones policiales en Ruiz Vila, ante las Iglesias de Sant Agustí y de la Sangre y en los accesos accesos del edificio del Gobierno valenciano.

Al final sólo se acercaron a la calle Mayor unos 20 delegados sindicales cuya intención era criticar los recortes públicos con motivo de la presencia del presidente valenciano, Alberto Fabra. El perímetro de seguridad obligó a los manifestantes a mantenerse a una importante distancia de la Casa dels Caragols. Allí permanecieron cerca de hora y media y se marcharon antes de que finalizara el pleno. A las once y media fueron saliendo uno a uno los consellers y el presidente sin escuchar ninguna crítica ciudadana.

El portavoz de Compromís-Iniciativa en Castelló, Carles Mulet, calificó de "desmesuradas" las medidas de seguridad establecidas con motivo del pleno del Ejecutivo valenciano y preguntó por su coste económico. "¿Teme la reacción de los vecinos a sus medidas?", señaló Mulet.

Compromís lamentó los perjuicios generados en los vecino. "Hubo gente mayor que que, bajo una lluvia fina, se vio obligada a dar una vuelta por la calle Caballeros al estar tomada por la policía la calle Mayor", denunció.