El Parlamento Europeo rechazó ayer una propuesta que planteaba instar a los Estados miembros a no autorizar nuevas prospecciones de hidrocarburos con la técnica de la fractura hidráulica ("fracking" en inglés). En cambio, aprobó una resolución en la que pide a los países que actúen con cautela hasta que se realice un análisis exhaustivo sobre la necesidad o no de modificaciones legislativas en la materia, dado el riesgo ambiental.
El pleno del Europarlamento, reunido ayer en Estrasburgo, sometió a votación sendos informes de las comisiones de Industria y Medio Ambiente sobre la extracción de gas y petróleo de esquisto (un tipo de roca poco permeable), para la que se utiliza el controvertido método de la fracturación hidráulica (consistente en forzar la salida de los hidrocarburos del subsuelo inyectando a presión agua, arena y otros componentes). Se trata de un asunto que toca de lleno a la provincia de Castelló después de que la multinacional canadiense R2 Energy (a través de su filial española Montero Energy) haya solicitado investigar los recursos existentes en una extensa área que abarca 40 municipios del norte de Els Ports y l'Alt Maestrat.
En la sesión también se abordó una enmienda presentada por Los Verdes que planteaba instar a los Estados miembros de la UE a que no autoricen ninguna nueva operación de fracturación hidráulica. Una petición que apelaba a los principios de precaución y acción preventiva y advertía de "los riesgos y las consecuencias negativas para el clima, el medio ambiente y la salud". La iniciativa no prosperó, al recibir 391 votos en contra, 262 a favor y 37 abstenciones. Fue secundada, entre otros, por la delegación española del Partido Socialista, mientras que la derecha votó en contra.
Potestad de los Estados
Las posiciones contrarias a la fracturación hidráulica se consolaron con la aprobación del informe elaborado por la comisión de Medio Ambiente. El documento reconoce que la decisión de explotar el gas de esquisto depende de los países, aunque establece la necesidad de un "análisis exhaustivo" del marco regulador de la UE. En este sentido recuerda que se están finalizando una serie de estudios para identificar los riesgos, el ciclo de vida de las emisiones de gases de efecto invernadero, las sustancias químicas, el agua, la explotación del suelo y las repercusiones del gas de esquisto. Por ello, insta a los Estados miembros a que actúen "con cautela" hasta que finalice el análisis del marco regulador. También pide a la Comisión que, una vez realizados los estudios, evalúe la necesidad de acometer modificaciones legislativas.
Así mismo, los eurodiputados solicitan al ejecutivo europeo que presente a los Estados miembros orientaciones para la evaluación del impacto ambiental de la técnica de fracturación hidráulica, así como criterios para calibrar su incidencia en los acuíferos. Admiten que la extracción de combustibles "conlleva riesgos" que deben controlarse mediante medidas preventivas, por lo que reclaman a los Estados miembros que "garanticen la suficiente capacidad técnica y humana para la supervisión y la ejecución de actividades permitidas".
La segunda resolución, basada en el informe de la Comisión de Industria, reseña que el desarrollo del gas de esquisto incrementará la competencia mundial dentro del mercado del gas. Por otra parte, insta a la Agencia Europea de Medio Ambiente a que prepare un análisis medioambiental científico sobre la explotación del gas y petróleo de esquisto y sobre el impacto de las técnicas disponibles. La negociación de los diferentes grupos políticos llevó a eliminar de esta segunda resolución algunos artículos del texto original, como el que señalaba que el gas de esquisto desempeñará un "papel clave" en el sistema europeo energético. También el que animaba a apoyar este tipo de industria con la creación de infraestructuras.