Las monjas de la residencia de Morella piden dinero a su orden para pagar nóminas

La congregación de monjas de la Consolación, gestora de la residencia de la Tercera Edad San Juan Bautista de Morella, recurrirá a fondos propios de la hermandad para pagar las nóminas de los 44 trabajadores del centro geriátrico. Así se lo han comunicado a los trabajadores que llevan 10 días protestando ante la sede de la Residencia.

Todos los días a las 12 de la mañana salen a la calle para leer un manifiesto en el que reclaman a la Generalitat Valenciana el pago de los 900.000 euros que adeuda a la residencia. El dinero corresponde a todo 2012. Desde enero la congregación ha ido pagando de fondos propios el dinero de las nónimas. Los únicos ingresos corresponden a las aportaciones que realizan los internos de sus pensiones. Con este dinero se paga la alimentación y productos básicos, pero este dinero no da para mucho más.

Lo cierto es que, tal y como ha manifestado la directora del centro, hasta ahora ya habían recurrido a fondos propios y a préstamos de la congregación para ir pagando. No obstante, en junio la situación llegó al extremo de no poder hacer frente a los pagos. La congregación ya prestó dinero para la paga extra. Ahora lo volverá a hacer para la nómina de julio. Cuando cobren julio los trabajadores llevarán cuatro meses yendo a trabajar sin cobrar. Desde la congregación se ha exigido a la Generalitat Valenciana que concrete cuándo va a pagar.

En juego está no sólo el sueldo de los trabajadores, sino también la atención a los 68 residentes. Familiares de los residentes y vecinos de Morella dan apoyo a los trabajadores en sus concentraciones diarias ante la sede de la residencia.

En el manifiesto que leen denuncian que el dinero que estaba consignado para el pago al centro geriátrico, la Generalitat lo ha destinado para hacer frente a otras deudas. Así mismo recuerdan que además de a los 44 trabajadores de la plantilla, las deudas afectan a los que sustituyeron las vacaciones estivales. Los trabajadores son conscientes que la dirección del centro "está haciendo todo lo que puede para que la Generalitat pague". Así mismo denuncian que la Generalitat "debe reconocer el trabajo y la calidad asistencial que se ofrece a los mayores. (...) No es ético jugar con los más necesitados".

Concentrados en Vilafranca

La solidaridad con los trabajadores de la Residencia de la Tercera Edad también ha llegado desde la Escuela Taller Els Ports. Los alumnos y trabajadores de la Escuela Taller se encuentran en la misma situación. No cobran por la falta de pago del Consell. En este caso ya llevan casi un mes encerrados para reclamar el pago de lo que les deben.