Las conclusiones de un trabajo de fin de máster realizado por una alumna del Máster Universitario en Prevención e Intervención Psicológica en Problemas de Conducta en la Escuela impartido por la Universidad Internacional Valenciana (VIU) desvelan que hasta un 12,4 por ciento de los adolescentes han sufrido algún tipo de acoso (ciberbullying) a través de Internet, durante un plazo de tiempo de menos de un mes y con una intensidad moderada.

El estudio se ha realizado entre estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria pertenecientes a un IES de la Comunitat Valenciana. Hasta hace unos años el acoso entre iguales se limitaba a los centros escolares y sus entornos. Actualmente, con la irrupción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) en la vida de los jóvenes, se ha generado una nueva forma de hostigar a las personas, adoptando la denominación de cyberbullying.

En el estudio, realizado por Vanesa Guijarro Saiz bajo la dirección de la doctora María Pilar Tormo, también se han examinado las posibles diferencias por sexo y edad sobre la prevalencia y características de dicho fenómeno. Para ello se aplicó el cuestionario Cyberbullying (Ortega, Calmaestra y Mora-Merchán, 2007) a 377 estudiantes de 1º a 4º de ESO. Además de los datos ya citados, respecto al sexo, las chicas participaron más que los chicos en las ciberagresiones, tanto en el papel de víctima como de agresor.

Asimismo, el estudio recoge que en la mayoría de las agresiones electrónicas, el alumnado de los primeros cursos de ESO fue más acosado que sus compañeros de los últimos cursos, concentrándose la mayoría de los agresores en 3º de ESO. Además, la mayoría de las agresiones fueron realizadas a través de las redes sociales, en concreto, el 88 por ciento a través de Internet.

Respecto a las reacciones de las víctimas, la mayoría no contaron las agresiones recibidas a través de las TICs a ningún adulto. Tan sólo el 14 por ciento de las víctimas de acoso a través de Internet hablaron de la situación con sus padres y en ningún caso con el profesorado, prefiriendo comentar la situación con sus amistades. El alumnado de 1º de ESO fue quien más comentó la situación con otra persona y quienes más reaccionaron llorando, en comparación con el resto de cursos. Por último, en torno a un tercio de las víctimas declararon sentirse mal ante los episodios de acoso.