El monolito de la calle Santa Quitèria de Almassora acogió ayer el homenaje a los 150 héroes del 9 de marzo de 1810. La celebración, como cada año, rindió tributo a quienes perdieron la vida en la batalla acaecida en el puente del Millars, cuando las tropas napoleónicas trataron de conquistar Almassora durante la Guerra de la Independencia. La Asociación Cultural Gregal actuó como anfitriona del evento, al que no faltaron la reina y las damas de las fiestas, así como la sección de bombos y tambores de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta.

La intervención del presidente de la asociación Gregal, Javier Mas, concluyó con la lectura de los versos de 1810 en los que su autor recordaba la heroicidad de la gesta. La lectura incidió en el carácter audaz de esa generación ante el avance de las tropas napoleónicas hacia la localidad.

Entre la representación histórica, destacó la presencia de los representantes de la fuerza napoleónica y el pelotón de trabucaires de la colla Xaloc, de los más aplaudidos por los presentes vecinos que se acercaron hasta el monolito. El homenaje floral zanjó este evento histórico. A continuación, la banda de música La Esmeralda se ocupó de interpretar el tema"La muerte no es el final", que dio paso a la bendición del párroco Vicente Agut. Concluido el responso en memoria de los héroes, la salva de honor marcó el final de la parte militar del acto, momento en que el alcalde, Vicente Casanova, se acercó al estrado para recordar la valentía de los héroes caídos en la batalla. De nuevo llegó el turno de los músicos, que interpretaron el himno nacional para clausurar el acto.