­Los recortes y la asfixia económica de la Generalitat han impactado ya en la calidad de la atención de los pacientes del Hospital General de Castelló. Treinta habitaciones de una planta del centro hospitalario -con dos camas cada una- se han quedado sin el habitual timbre que avisa al personal sanitario como consecuencia de los impagos del Consell a su proveedor de mantenimiento. Se trata de una de las cuatro áreas de la planta y las 60 personas ingresadas adolecen de este elemento por el día, mientras por la noche disponen de botes de plástico destinados a análisis de orina llenos de clips, según revelaron ayer desde el hospital y comprobó este diario.

La central telefónica de la unidad afectada -5ª A- que conecta los avisadores de las habitaciones se averió hace cerca de un mes y la empresa que suele subsanar estos desperfectos se ha negado a repararla por tener pendiente el cobro de varias facturas por parte de la Conselleria de Sanidad, según las mismas fuentes. Desde entonces, los pacientes de la planta se encuentran sin timbre. La solución transitoria que ha habilitado el hospital tampoco parece que satisfaga a los pacientes, dado que consiste en utilizar los botes reservados para las analíticas de orina como especies de sonajeros o campanillas. Esta alternativa está limitada al horario nocturno y no parece que su sonoridad sea suficiente para lograr la atención de los sanitarios.

«Si uno enfermo está solo, ¿cómo llama al personal?», apuntaba ayer una portavoz de la sección sindical de Comisiones Obreras del hospital. Esta situación se agrava en la unidad afectada al estar asignada a cirugía. Las personas ingresadas proceden de operaciones digestivas y endocrinas, con lo que están impedidas y necesitan por tanto del auxilio permanente de un acompañante para solicitar ayuda o alertar de un imprevisto.

Por ejemplo, en su estancia hospitalaria requieren a los enfermeros para un cambio de gotero o para cualquier anomalía que pudiera surgir. Según relataban algunos familiares, se han dado casos en los que los pacientes aprovechan la llegada de otras visitas para llamar al sanitario de guardia.

Estos timbres telefónicos están disponibles en el conjunto de habitaciones de la red de hospitales de España y su existencia se atisba básica a fin de garantizar una correcta y adecuada asistencia sanitaria.

«¿Es una broma?»

Médicos, enfermeros y delegados sindicales del hospital expresaron ayer su sorpresa por esta carencia a pesar de arrastrarse desde hace un mes. CC OO añadió además que la dirección en enfermería tampoco tenía noticias de la misma y antes de que fuera confirmada se preguntaba «si era una broma» el uso de botes de orina como timbres. Desde la gerencia parece que no se había informado de ello.

Profesionales del centro señalaron que esta avería se había dado también en otras plantas del hospital, aunque en estos casos los timbres sí que fueron repuestos.

La firma de mantenimiento externa se ha negado a actuar en la planta 5ª por no cobrar y la conselleria ha buscado una nueva central telefónica a otra firma ubicada en Barcelona, explicaron por su parte desde el gabinete de prensa del hospital, que resaltaron que son «conscientes de esta situación», y que por ello han priorizado «este año esta inversión respecto a otras». No obstante, eludieron concretar si hay otras plantas sin timbres.

Indicaron que los trabajos de sustitución de la centralita obligará a realizar obras en habitaciones y por este motivo, añadieron, que para evitar « molestias y problemas en la hospitalización de pacientes, se ha planteado realizarla durante el verano, aprovechando el menor número de camas ocupadas en el hospital». El Hospital General de Castelló cuenta con un total de 580 camas.