La Conselleria de Bienestar social comunicó, el pasado 3 de julio, el cierre de otro centro público de acogida de menores Castelló para ahorrar costes. De esta forma, a partir del próximo 1 de septiembre, la capital de la plana solamente contará con una casa social de servicio público, el Verge de Lledó.
El delegado de CC OO, Miquel Soler, ha declarado que esta decisión es un "descaro" por parte de la Administración ya que hace poco más de un año, en marzo de 2012, se hizo efectivo el cierre del centro público de acogida de menores de la avenida de Valencia.
Los niños de la casa social Castelló, que cuenta actualmente con 16 plazas, serán trasladados, como ya ocurriese con los de avenida de Valencia, al centro de acogida Verge de Lledó. Soler apunta que "es pronto para conocer si habrán plazas para todos o algunos se tendrán que marchar fuera de la capital de la Plana".
El Verge de Lledó posee quince plazas para niños en régimen de recepción (la policía llama al centro, se acoge a los menores durante 45 días, estudian su caso, y finalmente deciden su futuro), doce plazas en régimen de acogida y cuatro plazas de centro de día, de las cuales han reducido diez. Los menores comprenden de 12 a 18 años de edad.
Respecto a los trabajadores, la Administración se ha comprometido a "no amortizar ningún puesto de trabajo" indica Soler. Sumando la plantilla de ambos centros son 31 asalariados.Unos 25 continuarán en el centro Verge de Lledó, mientras que los 6 restantes serán reubicados a la Dirección Territorial "o bien voluntariamente o de forma forzosa", comunica CC OO.
Además, "en el caso de que los futuros trabajadores de la Dirección Territorial sean interinos, y no funcionarios, no obtendrán pagas extras, ni festividades, y se les podrá reducir el sueldo hasta un 33 por ciento", añade Soler. Estos seis trabajadores son los que forman los TMEMs, es decir, educadores y personal directivo. Excluídos de esta decisión se encuentran cocineros, ayudantes de residencia y subalternos.
Valoración de CCOO
El delegado de CC OO admite que "la Administración siempre comunica que trasladan menores, pero nunca reconocen que cierran centros, y es idéntico". Además, "los cierres de los centros se llevan a cabo para ahorrar dinero, pero esto no se puede aplicar en atención a los menores. Están recortando nuevamente en servicios sociales y apoyando la privatización". Castelló contará a partir de septiembre con un único centro público, cuatro religiosos, y tres que forman parte de entidades privadas. La gestión de estos sietes centros proviene de conciertos económicos.