La diputación culpa a Carlos Fabra de las anomalías detectadas por el Síndic

Miguel Barrachina, portavoz de Hacienda en la institución: "El informe es del año 2011, hoy el resultado no sería el mismo" - La oposición recuerda a Barrachina que aunque no gobiernen las mismas personas sigue al frente el Partido Popular

El presidente de la diputación, Javier Moliner, durante el pleno.

El presidente de la diputación, Javier Moliner, durante el pleno. / carme ripollés

enric sendra castelló

La Diputación de Castelló asume el informe del Síndic de Comptes del año 2011 que otorgaba a la institución provincial la peor calificación en control interno entre las administraciones valencianas. La sindicatura aseguró que la admnistración que dirige Javier Moliner presenta anomalías en la contabilidad, la rendición de cuentas, la falta de previsión en gastos e inversiones y la carencia de criterios objetivos para cobrar complementos de productividad. El portavoz de Hacienda en la institución, Miguel Barrachina, afirmó ayer durante el pleno que "la diputación asumía el informe, aunque lo comparten parcialmente". Durante su intervención, destacó que "si la sindicatura viniése hoy a realizar el estudio, el resultado sería muy distinto".

El documento que el Síndic publicó hace dos días revelaba que la fiscalidad de la Diputación de Castelló presenta cuentas no contabilizadas, organismos al margen de la entidad fiscalizadora y pagos a trabajadores no justificados. Ayer, durante el pleno en el palacio provincial, el equipo de gobierno de Javier Moliner recibió numerosas críticas de la oposición sobre las conclusiones que relataba el informe. Barrachina afirmó "asumir el informe publicado por el Síndic" aunque destacó "matices que a la diputación no le constan".

Desde el equipo de gobierno remarcaron que el pasado 2011 no se encontraban al frente de la institución, era el último año del expresidente Carlos Fabra, aunque desde la oposición recordaron al titular de Hacienda "que es el mismo partido, el Partido Popular, el que lleva 18 años al frente de la entidad".

Barrachina desmentió que la institución provincial acumulara deudas pendientes, por lo que señaló "matices no del todo aplicables". Aún así, el vicepresidente agradeció "el esfuerzo de la sindicatura por su trabajo" y por sus "recomendaciones". El portavoz del PSPV-PSOE, Francesc Colomer, consideró "demoledor" el informe del Síndic y subrayó que "normalmente la herencia se reprocha al adversario político", pero subrayó que "en este caso es distinto". El socialista acusó a los populares de responder a las preguntas con un tono "triunfalista permanente" y pidió "más humildad" al equipo de gobierno en estas cuestiones.

La Diputación de Castellón obtuvo la peor puntuación de las tres instituciones provinciales valencianas en el informe de la sindicatura. La valoración de la gestión económica de la institución ha resultado la más cuestionada en el documento. En el lado opuesto del marco se encuentra el Ayuntamiento de Castelló, el mejor valorado entre los consistorios de las capitales valencianas en el mismo informe.

El informe también indica que la administración que preside Javier Moliner "no ha contestado sobre si las asignaciones a los grupos políticos se han destinado al pago de remuneraciones de personal o a la adquisión de bienes" y que "no se ha fijado el régimen de la dedicación mínima para la percepción de las retribuciones".

Tracking Pixel Contents