Fuentes de la junta directiva trasladaron a este diario que la solución pasa por la entrada de un socio inversor que se haga cargo del club y asuma su deuda. Señalan que la opción mejor es la del golfista Sergio García, que conoce a la perfección la entidad porque se ha formado como jugador en La Coma.

Las mismas fuentes apuntan a que las negociaciones las han llevado Carlos Fabra y el padre de Sergio García, aunque han surgido discrepancias entre ambos. La familia García aboga por una profesionalización en la gestión del campo mientras que Fabra quiere mantener su estatus. No en vano, su padre fue el fundador del club y él ostenta la presidencia desde hace más de dos décadas. Según señalan, Fabra y García "están obligados a entenderse" y añaden que no se está negociando con ningún otro grupo inversor. Consideran que una nueva derrama a los socios es inviable porque provocaría una desbandada que dejaría al club en cuadro.

El próximo día 10 está convocada en la Cámara de Comercio (de la que Fabra es secretario genera) la asamblea general ordinaria del Club de Campo, donde se dará cuenta del presupuesto de 2013.

Una semana después, hay una convocatoria extraordinaria en la que se detallará la situación financiera y se expondrán las opciones para que los socios se pronuncien.