Vila-real dijo adiós ayer a 10 días de fiesta en honor a su patrona, la Mare de Déu de Gràcia. Aunque el punto y final estuvo marcado, como de costumbre, por la traca y el castillo de fuegos de final de fiestas, que como novedad se lanzó desde el parque Alaplana, al que este año también se sumó un correfoc hasta el nuevo recinto, la despedida oficiosa a estos festejos tradicionales se produjo con la vuelta de la Moreneta a su ermita en el Termet. Un acto que a punto estuvo de verse afectado por la lluvia puesto que las primeras gotas aparecieron en el paraje del Termet durante el discurso de bienvenida de mosén Guillermo a la Mare de Déu.

Miles de vila-realenses, tanto peñistas como vecinos en general, acompañaron a la virgen en la tornà a su casa después de estos días en los que ha ocupado la iglesia Arciprestal de la localidad, donde antes de emprender el trayecto de vuelta recibió un último homenaje a cargo de la reina de las fiestas de la ciudad, Lorena Traver, y sus damas que protagonizaron la ofrenda floral. Tras el emotivo regreso de la imagen de la Mare de Déu a su ermita, la actividad siguió en la plaza Mayor de la localidad con la actuación del grupo Los Diablos que ofrecieron al público un repertorio con los temas como "Un rayo de sol".

El día comenzó con el desmontaje de cadafales, que permitió devolver cierta normalidad a las calles de la localidad. La jornada siguió con las pruebas caninas de Agility, el octavo campeonato de ajedrez Ciutat de Vila-real o una ruta barítima con final en el Recinto de la Marxs.

Incidencias en el "embolado"

La última sesión taurina de los festejos se saldó con tres incidencias. El toro embolado del sábado se saldó con un joven de 27 años, J. V. A. B. vecino de Vilcino de Vila-real que sufrió contusiones; R. L. R., de 20 años y vecino de Castelló, con un quemado en la pierna izquierda y el último de los heridos, S. L. G., de 40 años y vecina de Vila-real, que sufrió contusiones en el tobillo.

Aunque el presidente de la Junta de Fiestas, José Pascual Colás, realizará hoy el balance oficial junto con el edil de Fiestas y el intendente general de la Policía Local, ayer avanzó una primera valoración del transcurso de estos diez días de fiesta. "Todo ha ido muy bien y la lluvia no ha deslucido ningún acto", destacó José Pascual Colás que añadió que han sido unas fiestas muy participativas con la celebración de las fiestas en la calle.

Por último, la reina de las fiestas de 2013, Lorena Traver, indicó tanto ella como sus damas repetirían en el cargo el próximo año a pesar del cansancio que se acusa tras 10 días. De estas fiestas, Lorena se queda con la baixà de la Mare de Déu y el resto de actos del primer viernes así como con la noche en la que le tocó embolar.

También realizaron balance los restauradores instalados del Recinto de la Marcha, el bar Milagros con su Mesonet y el restaurante Navarro con el Porrat Popular. Paco Navarro apuntó que esta experiencia ha funcionado mejor que en mayo, aunque se necesitan cambios. "Hemos tenido que hacer mucho papeleo, pagar muchos impuestos. Está bien que se cumplan unas normas pero podrían ser más flexibles. Sin embargo, no hemos contado con ayuda por parte de algunos colectivos como la Comissió de Penyes", lamentó Navarro.