El síndic de Comptes, Rafael Vicente Queralt, alertó ayer de que las obligaciones no reconocidas (las conocidas como facturas en los cajones) y los reconocimientos extrajudiciales de crédito para pagar gastos que no han tenido la consignación necesaria, se están convirtiendo en "una forma normal de pago" en muchos ayuntamientos. El síndic volvió a denunciar que el Ayuntamiento de Navajas sigue sin rendir cuentas pese las continuas advertencias.

Vicente Queralt mostró su preocupación por las facturas en los cajones de los ayuntamientos en la comisión de Economía de las Corts Valencianes, durante el debate del informe de fiscalización de la Cuenta General de las entidades locales correspondiente al ejercicio 2011. "Esto no debería ocurrir", afirmó Vicente Queralt, para quien cualquier obligación no reconocida debe incluirse en el presupuesto aunque no tenga consignación presupuestaria, porque, de lo contrario, se están "desvirtuando" las cuentas públicas.

Tras la comisión, afirmó a los periodistas que la situación es "preocupante porque hay muchas en muchos sitios", aunque también reconoció que hay ayuntamientos que no tienen facturas en los cajones y que tienen sus cuentas "perfectamente saneadas", como es el caso de Orpesa.

A su juicio, la aparición de las obligaciones no reconocidas se debe a una "falta de control interno y a una decisión política inadecuada", pero no en todos los casos se estaría incurriendo en una responsabilidad contable, sino que "habría que analizar cada caso".

El síndic explicó que en 2011 presentaron sus cuentas dentro de plazo el 80 % de las entidades locales, porcentaje que se eleva al 95 % hasta final de 2012. Volvió a poner al Ayuntamiento de Navajas como ejemplo de incumplimiento, ya que nunca ha rendido cuentas ante este organismo. El diputado de EU Ignacio Blanco preguntó qué puede hacer la Sindicatura ante un municipio que, según dijo, es el que tiene más deuda por habitante de la Comunitat, el tercero de España y que no presenta sus cuentas tampoco al pleno. Vicente Queralt indicó que la Sindicatura realizó una fiscalización en el ayuntamiento que "no sirvió de nada" e informó de la situación al Tribunal de Cuentas, que es quien puede actuar. Según dijo, su trabajo "lamentablemente ha terminado" y no puede hacer más.