El concejal de Servicios Públicos en Vila-real, Francisco Valverde, anunció que se estudian distintas fórmulas para conseguir abaratar el primer tramo del consumo de agua, que comprende las necesidades básicas, mientras que se penalizará la utilización abusiva del agua potable. Éstas son algunas de las líneas de trabajo que se están desarrollando de cara a la creación de una sociedad público-privada de la gestión del agua potable en la ciudad.

Con todo, Valverde indicó que los ciudadanos no pagarán más por el recibo del agua cuando esta entidad funcione. El responsable municipal aseguró que el objetivo de la puesta en marcha del ente es tener un mayor control sobre el agua, un servicio "básico como la educación o la sanidad".

"Sabemos que se ingresa de los más de 26.000 abonados pero no cuánto gastamos. Confiamos en que las ganancias de Facsa serán moderadas pero queremos saberlo nosotros y poder revertir esa cantidad en el ciclo hidráulica que necesita mucha inversión", defendió Valverde que lamentó que "en pleno siglo XXI las aguas pluviales y las fecales no circulen por dos redes separativas lo que provoca problemas en la zonas bajas de la ciudad en episodios de lluvia intensa".

Valverde explicó que ya disponen del informe jurídico elaborado por secretaría, paso necesario para poder seguir con el proceso. En este sentido, el edil explicó que está previsto incorporar en una modificación de crédito los 60.000 euros necesarios para contratar la redacción del resto de documentos para la creación de este ente público-privado como son los estatutos o el proyecto de explotación, entre otros, que se prevé que estén finalizados en enero.