El primer edil de Castelló, Alfonso Bataller, desmonta la hoja de ruta de grandes inversiones diseñada por Alberto Fabra en su etapa de alcalde con la paralización del Centre de Convencions y la reforma de la fábrica Dávalos. También se quedan por el camino otras propuestas cocinadas en la época del boom inmobiliario como el parque de Los Niños y la sede de la VIU de Frank Gerhy, mientras se demora la Ciudad de las Lenguas.

El actual presidente de la Generalitat proyectó de alcalde una retahíla de hitos faraónicos con los que aspiraba a situar a Castelló en un referente de la arquitectura de vanguardia y poner fin a un supuesto agravio inversor respecto a Valencia y Alicante.

Las joyas de la corona eran el Centre de Convencions y la Ciudad de las Lenguas. En 2005, el presidente valenciano, Francisco Camps, y el alcalde, Alberto Fabra, anunciaban la construcción del centro idiomático en una parcela de 425.000 metros cuadrados del Grau y un presupuesto de 200 millones de euros. Jose Luis Gimeno acababa de ceder en ese momento la alcaldía a Fabra y a cambio era nombrado consejero delegado de Castelló Cultural con la misión de erigir esta dotación.

Dos años después, Fabra avanzaba la ejecución de un centro de convenciones junto al Recinte Firal. El Consell fichó al arquitecto Santiago Calatrava y proyectó un mega recinto valorado en 60 millones de euros. En 2008, el ejecutivo de Francisco Camps fichaba a Frank Gerhy para diseñar una nueva sede la Universidad Internacional Valenciana en un solar de 11.000 metros cuadrados junto al Hospital General. En 2011, Fabra se propuso reconvertir la fábrica Dávalos en un centro juvenil y desarrollar una nueva zona verde en el barrio Peri 18 bautizado como parque de los Niños. En el primer caso, la operación global -sumando adquisición del edificio y las obras posteriores- ascendía a los 16 millones de euros. Por su parte, en el parque de los Niños se previó una especie de proyecto temático denominado Tombatossals y con un coste de 18 millones de euros, cuando los vecinos reclamaban desde hace años una simple zona verde.

Esta agenda de grandes inversiones se estrella contra la crisis sin haberse levantado una piedra. El Consell se ha gastado 2,7 millones en la redacción del anteproyecto del Centre de Convencions y cerca de 200.000 euros en estudios de la Ciudad de las Lenguas. En la anterior legislatura, la Generalitat sólo levantó el Palau de la Festa y finalizó un primer trazado del Tram. El Centre de Convencions «no me planteo ni revisarlo, es de otra época, y ahora estamos en una de moderación y realismo», afirma Bataller, quien también paraliza la Dávalos. Tampoco hay noticias del resto de actuaciones estrella que planificó Alberto Fabra.