La restauración de la Iglesia de la Purísima de Vall de Almonacid supondrá una inversión de alrededor de 600.000 euros y comenzará al finalizar el verano. Tras nueve años cerrada al culto, la rehabilitación del templo de esta localidad palantina comienza a ver la luz gracias, en gran parte, a la insistencia de los vecinos y autoridades de este municipio que no han desistido en su intención de volver a ver su templo abierto al culto.

Hace nueve años, el templo tuvo que cerrarse tras descubrirse grandes grietas en la fachada y parte de la cubierta del edificio. Desde entonces se ha estudiado el origen de los daños y su evolución y si existía daño estructural en el templo. El arquitecto Francisco Jurado, especialista en este tipo de casos, ha sido el encargado de estudiar los resultados de la monitorización de las grietas de la iglesia -subvencionados con 23.000 euros por la diputación- que han confirmado que quedaría desestimada la peor de la posibilidades que se temía en un principio, el daño estructural del edificio y posible derrumbe.

Así pues, la reparación en principio será mucho menos costosa de lo esperado, ya que las grietas no se han abierto prácticamente nada en los últimos años.

Desplazamiento del campanario

Tal y como explicó el alcalde, Antonio Cases, todavía falta que se redacte completamente el proyecto para ajustarlo al coste exacto pero, en principio, se estimó en la última reunión que el coste sería de unos 600.000 euros. Según explicó Cases, los estudios han determinado que el peso del campanario, anexo a la torre, «se desplaza del edificio y lo ha ido separando del resto, de ahí que hayan aparecido las grietas». La intervención, a falta de conocer el proyecto en unos tres meses, pasará por rejuntar las grietas, asentar la planta y, sobre todo, reparar e intentar airear las humedades del edificio. «Está previsto que las obras comiencen después del verano de este año y, para el verano de 2015, podamos reabrir el templo al culto».

La inversión, a tres bandas

Una comisión mixta formada por la Diputación de Castelló, la conselleria y el obispado, propietario del inmueble, se reunieron de nuevo hace varios días con el fin de concretar los aportes económicos y conocer de primera mano la actuación del proyecto. En principio, cada institución aportará un tercio del presupuesto de la rehabilitación.

Por su parte, la Diputación de Castelló tiene previsto aprobar la partida correspondiente en el próximo pleno de marzo con el fin de incluirla en el presupuesto de este año. Cabe destacar que, desde que hace nueve años se cerrase al culto la iglesia, la Vall de Almonacid celebra los oficios religiosos en la primera planta de un edificio multiusos de propiedad municipal. Con el fin de hacer mayor fuerza, hace dos años los vecinos de Vall crearon La Rectoría, una asociación nacida con el único objetivo de recaudar fondos para la restauración de la iglesia y que cuenta con más de 450 socios.