El Grupo para el Estudio y la Conservación de los Espacios Naturales (Gecen) denunció ayer que la propia Conselleria de Medio Ambiente ha utilizado plaguicidas tóxicos para eliminar la presencia de vegetación (aliantos) en la Font Tallà del paraje natural del Desert de les Palmes.

Esta utilización de productos químicos fue denunciada por el colectivo ecologista, que pedirá explicaciones por escrito al Consell, y por la Asociación de Vecinos de Miravet, después de que aparecieran en los árboles carteles emplazados por la empresa pública Vaersa que advierten sobre el riesgo de envenenamiento y recomiendan un periodo de precaución de 7 días.

Los vecinos lamentan que el intento de eliminación de vegetación por parte de la Conselleria de Medio Ambiente puede resultar de entrada cuestionable y ponen en duda que existan estudios serios que justifiquen la necesidad de este tipo de medidas de eliminación de elementos verdes. Dicho esto, y al margen de la conveniencia o no de la desaparición de los aliantos, tanto Gecen como los vecinos calificaron de «auténtica aberración» el uso de plaguicidas en una zona protegida en la que, además, acuden decenas de personas a recoger agua del manantial. «Nos parece sencillamente una aberración el método en un parque natural, y más aún en una fuente de acceso público en la que vienen muchísimas personas a recoger agua».

En concreto, el producto utilizado ha sido el glifosato, un compuesto químico ampliamente conocido por sus dañinos efectos sobre los bosques (ya que resulta altamente agresivo y puede perdurar en el tiempo) y por su consecuencias para la salud de los seres humanos. No en vano, se trata de uno de los productos más polémicos utilizados por el Gobierno de EE UU y el de Colombia en su plan de fumigaciones para exterminar las plantaciones de coca en la selva. Más allá de la destrucción de las plantaciones y de los objetivos de lucha contra el narcotráfico, decenas de denuncias y comisiones internacionales han denunciado los efectos adversos para la salud de las comunidades indígenas vecinas La cantidad de producto es mucho más reducida en el caso del Desert, pero Gecen y los vecinos consideran del todo inapropiado.