El plan de accesibilidad de Benicarló ya está listo para ser llevado a la práctica. Los técnicos de la Universidad Politécnica de Valencia, encargados de la redacción del documento, han estado trabajando durante un año y medio en este plan y este verano remitieron el documento al Ayuntamiento de Benicarló. El documento contará finalmente con más itinerarios de los previstos inicialmente, según explicó el redactor del plan, Javier Martínez Cortijo, quien quiso agradecer la colaboración de Cocemfe.

«Hemos llevado a cabo varios planes de accesibilidad en municipios, y si bien en la mayoría hemos podido contar con la colaboración de las asociaciones de discapacitados, el caso de Cocemfe Maestrat es digno de destacar. Normalmente pedimos su colaboración porque ellos, mejor que nadie, pueden ayudarnos a localizar el problema», explicó el profesor de la Universidad Politécnica de Valencia.

Más de una veintena de visitas a Benicarló, «muchas horas de trabajo a pie de calle y en gabinete» han permitido plasmar en el papel las correcciones a aplicar. Según indicó Javier Martínez, la mejora de esos viales requerirá una «gran inversión», a pesar de que se pueden ir a soluciones más económicas pero igualmente viables y accesibles.

Prioridades

La prioridad principal es enlazar los edificios públicos con los viales de mayor tránsito peatonal. Los problemas más destacados se localizan en las zonas levantadas en los años 60 y 70 cuando «no existía el concepto de accesibilidad y se seguían otras modas y otro tipo de estética». «La mayoría de veces, resulta más fácil urbanizar desde cero que hacer accesible una zona ya urbanizada porque implica la demolición de lo que existe para hacerlo practicable», señaló Martínez. Una de las zonas que señalan como prioritarias para actuar es el paseo Ferreres Bretó, un vial complejo sobre el que actuar, debido a sus muchos desniveles, que es una calle muy transitada y que además en el pasado era una rambla. «En este caso, la solución sería el suelo a nivel de calzada», por lo que habría que conjugar «la accesibilidad con la evacuación de aguas». A pesar de la dificultad, se han plantado soluciones adecuadas «con una inversión importante».

Otros casos que también presentan dificultades son las calles próximas al casco histórico. Son zonas antiguas cuyas aceras son muy estrechas. «Si hacemos las aceras anchas nos comeríamos la calzada, así que la solución es la semipeatonalización y que tan sólo puedan discurrir los vehículos a muy baja velocidad», puntualizó.

Por otro lado, las obras de peatonalización del casco antiguo que se llevaron a cabo hace años permitieron hacer accesible la práctica totalidad del área, salvo excepciones puntuales.

El plan también incluye recomendaciones para que sea accesible todo el municipio. Al respecto, se ha propuesto una normativa municipal que se podría incorporar en el plan general de ordenación urbana que se está tramitando en la actualidad.