Las columnas de las Marchas de la Dignidad procedentes de Alicante, Valencia y Castelló recorrieron ayer las calles del centro de la ciudad de Valencia para mostrar su rechazo a la corrupción y reclamar «un cambio en el sistema y en las formas de hacer política».

Así lo aseguró en declaraciones a los medios el portavoz de las Marchas, Vicent Maurí, que valoró la jornada y señaló que se trata de «un movimiento organizado, un movimiento de base, asambleario, de personas que se manifiestan sin que nadie les diga desde las cúpulas de arriba lo que tienen que hacer».

Este «movimiento popular de muchas organizaciones y de muchas personas» reclama «pan, trabajo y techo», además de censurarla corrupción. A su juicio, «las instituciones valencianas están llenas de corruptos» que «deberían dimitir». «Y si no, Fabra debería obligarlos a dimitir», reiteró.

Por la mañana las distintas columnas llegaron a la Plaza de Patraix, donde realizaron una asamblea, y ya por la tarde unas cinco mil personas, según la organización, protagonizaron una manifestación hasta llegar a la Plaza de la Virgen. Los activistas de Castelló partieron desde la capital el pasado lunes con el apoyo de la Cumbre Social de Castelló.

Durante la marcha, los asistentes corearon gritos como «Valencia, despierta, te roban en tu puerta» o «los corruptos del PP, dónde están, no se ven». También han portado una guillotina para mostrar su rechazo a los recortes. Los convocantes también han pedido paralizar los desahucios y que las personas desalojadas puedan vivir en las viviendas vacías de los bancos, una «tregua energética» cuando las temperaturas sean más extremas, el establecimiento de un sistema de renta básica y la cobertura de las necesidades alimentarias de los escolares.