Pocos avances ha habido en estos meses entre farmacéuticos y administración autonómica para consensuar el nuevo acuerdo marco del colectivo que regule la actividad del sector en la Comunitat Valenciana. La idea era que los diferentes grupos de trabajo creados tuviesen encima de la mesa un documento para poder ejecutar a partir de enero de 2015, pero las negociaciones se encuentran «en punto muerto», según señalan fuentes del sector.

Con los plazos marcados cerca de incumplirse, los colegios de farmacéuticos de las tres provincias parecen haber acordado ya exigir que sea el propio conseller de Sanidad, Manuel Llombart, el que tome las riendas de estas negociaciones, que están siendo coordinadas hasta la fecha por el director general de Farmacias, José Luis Trillo. Dos meses después de empezar a hablar, las negociaciones han avanzado poco y una de las claves es que desde la Generalitat se pretende que todos los acuerdos partan del Decreto Ley 3/2013, un decreto que nunca ha sido aceptado por los colegios oficiales al no haber tenido la posibilidad de negociarlo en su momento. Por ello, el objetivo ahora es pedir la participación directa del conseller Manuel Llombart para desbloquear este punto y seguir negociando.

Fue el pasado mes de septiembre cuando la Conselleria de Sanidad y los farmacéuticos crearon cuatro grupos de trabajo para establecer las condiciones del nuevo acuerdo marco acerca del servicio farmacéutico sobre dispensación y seguridad de medicamentos, sistemas de información, facturación, fórmulas magistrales y vacunas personalizadas.

El acuerdo se logró tras la reunión mantenida para negociar el nuevo acuerdo marco de colaboración entre representantes de la consejería; de los colegios de farmacéuticos de las tres provincias; de las sociedades científicas de Farmacia Rural y Farmacia Comunitaria, Sefar y Sefac, respectivamente; y de la Federación española de Empresarios Farmacéuticos (FEFE).

Entre los objetivos del nuevo acuerdo está establecer las condiciones de colaboración de las oficinas de farmacia en la prestación farmacéutica, conforme a la moderna concepción de la misma y a los procedimientos que permiten las nuevas tecnologías, fijando además las condiciones económicas y de gestión de dicha prestación, según las mismas fuentes. Otros objetivos son articular la colaboración de la oficina de farmacia con la consejería de Sanidad, con el fin de resaltar su participación activa, de forma que el ciudadano perciba a la oficina de farmacia como parte integrante del sistema sanitario; ofrecer un referente para el desarrollo profesional y asistencial de la oficina de farmacia que la consolide y revalorice como establecimiento sanitario; y articular una política activa de desarrollo del servicio farmacéutico.