Carlos Fabra ha ingresado esta tarde en la prisión de Aranjuez para cumplir los cuatro años de cárcel por le impuso la Audiencia Provincial de Castelló por cuatro delitos fiscales tras considerar que el expresidente de la Diputación de Castelló y del PP castellonense había defraudado a la Hacienda Pública 693.000 euros en cuatro ejercicios fiscales.

Fuentes penitenciarias han informado de que Fabra ha entrado en la prisión de Aranjuez poco después de las cuatro de la tarde.

Fabra, que recogió su ingreso en prisión el pasado 26 de noviembre y disponía de un plazo de cinco días para entrar de forma voluntaria en la cárcel -concluía hoy a las doce de la noche-, finalmente ha escogido un centro penitenciario de la Comunidad de Madrid por la cercanía con su familia y muchas de sus amistades.

Además, su decisión habría estado condicionado por el hecho de que el equipo médico que le trasplantó el hígado y que le ha tratado posteriormente también reside en la capital.

Según informaron desde el centro de Aranjuez, permanecerá primero 24 horas en la unidad de ingresos, tal como sucede con el resto de internos, y mañana los responsables sanitarios decidirán si su estado de salud aconsejan su permanencia en una celda de la enfermería o si se traslada a uno de los módulos del centro. Probablemente irá al módulo 10, que forma parte de la zona denominada de «respeto».

Esta está formada por presos que han ingresado por primera vez a la prisión y que se caracterizan por un perfil no conflictivo. Estos módulos están autogestionado por los propios reclusos. Para sus revisiones rutinarias derivadas por el trasplante de hígado, lo servicios del centro lo trasladarán al Hospital Gregorio Marañón de Madrid, según las mismas fuentes.

El exbarón del PP provincial podría salir de permiso en nueve meses y el tercer grado dependerá de que sufrague los 1,4 millones que le obligan la sentencia condenatoria.

El expresidente del PP de Castellón decidió la semana pasada no recurrir la decisión de ingreso en prisión después de que el Gobierno denegara su petición de indulto el 21 de noviembre.

Ahora, la única vía judicial abierta que le queda a Fabra es la resolución de un recurso de amparo presentado en septiembre ante el Tribunal Constitucional tras conocer que el Tribunal Supremo había rechazado su recurso.