El albinegrismo resurge otra vez

El derbi provincial del domingo fue, hasta la fecha, el punto álgido del resurgir que protagoniza el Club Deportivo Castellón desde la llegada al banquillo de Ramón María Calderé. La figura del entrenador albinegro, su carisma y sobre todo su extraordinaria racha de resultados, ha generado una palpable ola de ilusión entre la afición castellonense. Las ocho mil personas que acudieron el domingo a Castalia contrastan con las entradas registradas en los últimos derbis: 4.500 espectadores en 2012, 3.000 en 2013 y 2.500 en 2014.

Hay ganas en Castelló de ver al líder de Tercera, ese que acumula siete victorias consecutivas y diez jornadas sin perder. El efecto Calderé ha traspasado lo deportivo y alcanza lo social. El Castellón recupera cifras de asistencia del regreso a Segunda División. En Tercera, solo los 8.500 espectadores del partido de promoción con el Córdoba B superan el registro del domingo. El club, aprovechando la nueva ola, lanzó asimismo la pasada semana la campaña de abonos de la segunda vuelta. El perfil del grupo mayoritario de nuevos abonados explica la ebullición de los fondos en Castalia. La mayoría de las altas son jóvenes menores de 25 años que se ubican en Gol Norte. Un matiz digno de estudio.

Acostumbrado a moverse en la escasez, el Castellón debe manejar ahora la abundancia. No solo de recursos en la plantilla de Calderé, también en la expectación y la euforia que comienza a rodear al equipo. De momento, la parroquia albinegra deberá esperar para ver a los suyos en Castalia, pero la cita se antoja imprescindible. Tras jugar fuera contra Torre Levante y Orihuela, recibirá en casa al 2.º, el Levante B.

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