Los implicados en el asalto a un anciano de Onda atribuyen los hechos a un menor de edad

Basan su defensa en acusar al joven —hijo de la inculpada— que ya cumple condena en un centro por robar y pegar al septuagenario

nerea soriano castelló

La Audiencia Provincial de Castelló acogió ayer el juicio contra G. C. R. y B. M. I. acusados de asaltar la vivienda de un septuagenario de Onda en 2014. En su declaración, ambos atribuyeron los hechos a un joven, menor de edad, que ya cumple condena en un centro de menores por robar y pegar al anciano, com él mismo reconoció. De esta manera, los procesados podrían librarse de una condena de prisión que, en el caso de la mujer, le llevaría al ingreso inmediato en la cárcel por tener antecedentes penales por hechos similares. G. C. R. es la madre del menor y en el momento del suceso mantenía una relación sentimental con el otro procesado, de 18 años y amigo de su hijo.

En su declaración ante la jueza, la mujer, de 35 años, negó los hechos y aseguró que fueron su hijo de 16 años y el amigo de este —con quien mantenía una relación sentimental— quienes acudieron a la casa de la víctima para reprenderle por, supuestamente, haberle ofrecido tener relaciones sexuales a cambio de dinero. La procesada es adoptada y sobrina del anciano. Fue en ese momento cuando, según G. C. R., su hijo y el amigo se enzarzaron contra el anciano a quien pegaron y le robaron las joyas y el dinero que había en la casa. La mujer dijo que fue ella misma la que avisó a la policía para que auxiliaran a su tío.

Por su parte, B. M. I. reconoció que golpeó en varias ocasiones al anciano pero que fue su amigo quien se dirigió a las habitaciones para sustraer los objetos de valor. El joven mostró su arrepentimiento y dijo que actuó bajo los efectos de estupefacientes, por lo que su abogado pidió varias atenuantes de la pena.

Exculpa a su madre

El menor de edad, hijo y amigo de los procesado, declaró como testigo y exculpó a ambos de los hechos atribuyéndose la autoría. Él mismo ya reconoció los hechos y cumple condena en un centro de menores. No obstante, se contradijo al asegurar que su madre no entró en la casa de su tío y luego añadir que salió de la misma para pedir ayuda.

La víctima aseguró que fueron los tres quienes se presentaron en su casa y que, al negarse a darles dinero, empezaron a golpearle por todo el cuerpo. Asimismo, añadió que pudo levantarse e ir a pedir auxilio a una vecina.

Cabe señalar que B. M. I. fue quien dijo a su padre dónde estaban las joyas —en la cisterna del váter de la acusada— para proceder a su devolución. En su último turno de palabra y antes de que el juicio quedara visto para sentencia, la acusada pidió que se hiciera justicia ya que es «totalmente inocente» y que solo medió para evitar la pelea entre el anciano y su hijo.

Tracking Pixel Contents