«Quiero volver a España, pero para los científicos está muy difícil»

«Quiero volver a España, pero para los científicos está muy difícil»

«Quiero volver a España, pero para los científicos está muy difícil» / Levante-EMV

nacho martín castelló

El castellonense Vicent Mateu se ha convertido a sus 35 años en un referente en la investigación de física teórica y ha sido premiado por sus estudios de cromodinámica, campo en el que trabaja en la Universidad de Viena.

¿Cómo se logra ser el premio al mejor físico novel?

Me han dado el reconocimiento por el trabajo que he realizado (en Munich, en Boston en el Massachusetts Institute of Technology y ahora en Viena) con expertos mundiales estudiando las interacciones fuertes, también conocidas como cromodinámica cuántica, que es la teoría que describe las fuerzas entre quarks. Nuestro grupo nos hemos especializado en mediciones de precisión de los parámetros de esta teoría, en concreto sobre la masa de quarks y la constante de acomplamiento fuerte.

¿Y cómo se traducen estas teorías en la vida diaria?

Las interacciones fuertes son las responsables de que los protones y neutrones estén unidos formando núcleos. Los quarks son las partículas elementales que constituyen los neutrones y los protones. Por ejemplo, estas interacciones son las responsables de una reacción nuclear, o de la energía procedente del sol. Toda la materia, y todos nosotros, estamos formados en última instancia por quarks.

¿Cuántos años de trabajo ha necesitado para lograr este premio y cuantas horas?

Empecé a trabajar en 2008 en este tipo de análisis. Y hacemos un horario normal de 8 horas en la universidad.

¿Cómo terminó trabajando para la Universidad de Viena?

Cuando un físico de partículas se doctora tiene que salir al extranjero si quiere tener alguna posibilidad de tener una plaza en España, además de que, para mejorar como científico, pasar un tiempo en el extranjero es imprescindible, ya que te permite ver cómo se trabaja en otros sitios, tener interacción. Estuve en Munich con un contrato de postdoctorado durante 3 años. Luego fui al MIT con un contrato Marie-Curie, solicitando un proyecto europeo en una competición muy dura, y tuve la suerte de que me dieron el proyecto. Y un año antes de terminar en el MIT vi un contrato a 6 años en Viena, lo solicité y me lo concedieron.

¿Se considera un ejemplo de fuga de cerebros en España?

Sí. Intento volver pero la cosa está muy difícil en España, no salen plazas y las opciones son muy pocas.

¿Se están cerrando las puertas a los jóvenes investigadores en España?

Sí, se están cerrando. El estado invierte mucho dinero en la formación de científicos y en educación universitaria, pero después todo esto no se transforma en puestos de investigador en el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) o en la universidad, y hace que la gente se tenga que buscar la vida fuera.

¿Es su deseo regresar a España, o hacer carrera en Viena?

Me gustaría volver a España porque mi mujer tiene trabajo en España y vive en España, aunque a nivel científico está claro que los fondos para investigación y las oportunidades son mucho mayores en el extranjero.

¿Dónde le gustaría estar dentro de cinco años?

En España. Y a nivel profesional, con una plaza de titular en una universidad o científico titular del CSIC, que son básicamente las únicas dos posibilidades.

¿Qué le diría a quienes toman decisiones sobre políticas de investigación?

Que invertir en ciencia es invertir en futuro y que es una cosa que no da frutos a corto plazo, pero sí los da, y muchos, a largo plazo. Cada euro invertido en ciencia hoy se traduce en más de 4 en el futuro, aunque los dirigentes son reticentes a incrementar los presupuestos porque no ven el resultado de hoy para mañana.

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