El Villarreal B lo intenta pero no puede

Se le está resistiendo la primera victoria de 2015 al Villarreal B, que ayer no pudo pasar del empate (0-0) ante el Sant Andreu en el Mini Estadi de la Ciutat Esportiva. Además, la escuadra barcelonesa rompió la racha de cinco triunfos consecutivos de los amarillos ante su afición. No anduvieron nada fino los muchachos de Paco López que le quisieron brindar el triunfo a su compañero Pablo González. El granadino fue operado ayer y estará dos meses alejado de los terrenos de juego. Mereció más el conjunto de la Plana Baixa, pero no encontró los recursos para hacerle daño a un rival bien plantado en el terreno de juego y que no dejó huecos a su rival por donde hacerle daño.

El desarrollo de la primera parte se podría resumir en el minuto 44 y 45 segundos. En ese momento, tras una acción a balón parado, el central dominicano Tano Bonin golpeó con intención desde la frontal del área y el arquero visitante Morales realizó una extraordinaria parada, evitando el 1-0. Fue un querer y no poder del filial amarillo ante un serio y rocoso rival que minó el terreno de juego, por lo que era muy complicado pisar el terreno cuatribarrado.

Salió a por todas el Villarreal B de Paco López, con la principal novedad del juvenil Aleix García en el centro del campo, ante las ausencias del sancionado Anton Shvets y del lesionado Marc Mateu.

El futbolista faldut cumplió e intentó aplicar el magisterio futbolístico, junto a un Sergio Marcos que también es especialista en repartir el juego a sus compañeros.

Propuso el submarino B, y dispuso un Sant Andreu serio y que se andaba sin contemplaciones a la hora de cortar los intentos de generar peligro de los locales. El dominio amarillo se limitó a tener el balón y a intentar construir. De ocasiones bien pocas en ambas áreas. Así, ante este panorama, el primer acto finalizó con la mencionada acción de Tano, que fue lo más peligroso que hizo el Villarreal B en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Misma dinámica

La decoración no varió en exceso en el segundo tiempo, donde el equipo vila-realense puso toda la carne en el asador en busca del triunfo. Pero los pupilos de Paco López chocaban frontalmente una y otra vez con la escuadra barcelonesa, lo que les impedía acercarse a la portería de los visitantes. Poco a poco fueron llegando los cambios. Paco López hizo dos de una tacada en el minuto 65. Se marcharon Aleix y Carlos Esteve y entraron por ellos Nahuel Leiva y José Naranjo. Todo para buscar más velocidad en el ataque amarillo, para imprimir más carácter al equipo.

De ahí al final fue un querer y no poder. El filial estuvo más fluido en las dos salidas consecutivas a Tarragona y a Reus que ante el Sant Andreu. Faltó frescura e ideas. Al final los amarillos se estrellaron ante su rival.