el oficio

Un buen profe tenía por costumbre cuestionarnos cada tópico que los futboleros usamos con frecuencia. El porqué llamar tácticas a algunas faltas y a otras no, el palo largo y el palo corto (¿no son los dos iguales?), los balones divididos (por quién y en cuántas mitades)... Cabría añadir aquí aquello de que un jugador o equipo tienen oficio. ¿Los rivales no lo tienen?

Pues el ejemplo bien podría ser la victoria albinegra de ayer.

El Castellón no fue mejor, tampoco tuvo más oportunidades. Con una se bastó para conseguir la séptima victoria consecutiva.

Eso en un día especial. La mejor entrada de la temporada con diferencia, media entrada, y con el Villarreal enfrente. Casi nada. El ambiente era el de partido importante y difícil. Los que ya han visto más de un gatillazo en situaciones parecidas no acababan de tenerlas todas consigo. No sería la primera vez que, con todo de cara, los albinegros van? y la cagan.

Pero no, Calderé le ha dado forma a un bloque homogéneo y con oficio. Homogéneo, y retomo aquello de las definiciones, porque en este Castellón todos curran. ¡Si curra Rubén cómo no lo van a hacer el resto!. El asturiano me tiene impresionado. No por lo bueno que es, que también, sino por su implicación y trabajo. Con sus años de fútbol y su currículum, otros vinieron a tomar el sol y a conocer garitos. No es el caso.

Ayer, tanto él como el resto, acabaron muertos defendiendo el gol de Negredo que les hace más grandes. Si, porque récords y rachas hay muchos. Pero desde que Calderé llegó, ya se han conseguido siete triunfos consecutivos. En Tercera División, en campos como Castalia, y en otros en los que es imposible proponer fútbol. Y eso es muy difícil, sea en Primera o sea en Tercera.

Además fue ante el Villarreal. Un muy buen equipo con algunos jugadores de gran calidad. El rival acérrimo. Los jóvenes cachorros que saltaron al campo súpermotivados para mostrar la actual distancia deportiva entre ambos clubes. Para cualquier aficionado albinegro esta victoria sabe mejor que las otras seis. Sin duda ninguna.

Por eso tiene más mérito. Y porque el de ayer, desde el punto de vista albinegro, fue de esos días en que no acabas de encontrarte cómodo, que el rival sale respondón, que sabes que han venido muchos aficionados y que si ganas el derbi al vecino volverán al siguiente partido?

Como ejemplo el gol. Negredo desmarcó bien pero marcó con la suela de la bota. Para eso está el 9 para aparecer cuando hace falta.

Y luego el oficio. Que se gana a base de gatillazos, de saber contemporizar, juntarse y no dar facilidades. De mirar el reloj de los Goles Altos, que para eso están, y dejarte caer al suelo para romper el ritmo al rival cuando aprieta. ¡Ah! y si no lo tengo claro, se la doy a Rubén.

Éste si que puede dar un máster de oficio en el fútbol.