El Villarreal se prepara para el mes más exigente

Pelear en tres competiciones al mismo tiempo tiene estas cosas. Los partidos se acumulan y la exigencia de los mismos se incrementa. Eso es lo que afronta el Villarreal que ve como el calendario que se le presenta en el mes de febrero terrorífico que aún puede serlo más si se certifica la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey este jueves ante el Getafe.

Siete partidos seguros, que podrían ser nueve, son los que deberán disputar los amarillos en los próximos 30 días. Este periplo comenzará en el Coliseum Alfonso Pérez el jueves a las 20.00 de la tarde frente al conjunto que dirige Quique Sánchez Flores. Pero, además, FC Barcelona (incluso en tres ocasiones), Real Madrid y el cruce de dieciseisavos son estaciones ineludibles en la agenda más próxima del submarino.

El Villarreal no renuncia a nada, pero este hecho implica un sacrificio extra para la plantilla. Así, si los amarillos confirmasen su mínima ventaja copera y accediesen a las semifinales deberían jugar la ida el próximo 11 de febrero. Su rival saldrá del duelo entre FC Barcelona y Atlético de Madrid en el que la ventaja es para los azulgranas por 1-0. Si se confirma el enfrentamiento contra los hombres de Luis Enrique, los castellonenses jugarían tres veces en un mes contra los culés.

Su primer duelo, y éste es seguro, será el próximo domingo a las 22.00 en el Camp Nou. Con un Barcelona enchufado, más tras sus victorias en Liga y Copa contra el Atlético de Simeone y la goleada por 0-6 del sábado contra el Elche, los amarillos pondrán en juego su récord de 17 partidos oficiales consecutivos sin conocer la derrota.

Después, el Villarreal recibiría una visita a priori asequible. El Granada de Abel Resino está previsto que juegue en El Madrigal el sábado 7 a las 18.00. Ahora mismo los anadaluces son últimos de la tabla con sólo 15 puntos y dos victorias después de 20 jornadas ligueras. Un triunfo que debería asegurar el submarino antes de disputar unas histórica semifinales de Copa.

De todas formas, aunque el rival del Villarreal fuese finalmente el Atlético de Madrid, la exigencia de la eliminatoria sería máxima. Marcelino necesitará que las lesiones y las sanciones respeten a su plantilla porque, además de esta competición, también regresa el torneo europeo. Pero antes de disputar la eliminatoria de dieciseisavos, la Liga también reclamará la atención del equipo de la Plana Baixa.

Después de la hipotética ida de las semifinales de la Copa del Rey, el Villarreal deberá desplazarse hasta Madrid. El domingo 15 de febrero le espera en Vallecas el Rayo Vallecano de Paco Jémez. Equipo peligroso donde los haya, los de la capital de España pueden poner en dificultades al submarino, sobre todo si saben evitar los errores defensivos que tantas veces han lastrado el rendimiento de los rayistas.

Desafío continental

Tras el viaje a Madrid, el Villarreal disputará dos partidos consecutivos en su feudo. Primero, el conjunto de Marcelino recibirá al Red Bull Salzburgo. La ida de la Europa League se jugará el jueves 19 de febrero a las 21.00 en casa del submarino. Un nuevo esfuerzo añadido para un equipo que tampoco quiere dejar pasar la ocasión de brillar en Europa.

El Madrigal también espera el domingo 22 a una de las revelaciones de la temporada, el Eibar. Los vascos han demostrado estar preparados para competir en Primera División y no serán un rival sencillo para el equipo de Marcelino que, además, deberá saber dosificar esfuerzos. Sobre deberá hacerlo porque el siguiente jueves toca viajar a Austria para afrontar la vuelta de la Europa League.

Como colofón a un mes tremendo, el 1 de marzo tocará salir al césped del Santiago Bernabéu. El Real Madrid de Ancelotti espera ese día a un Villarreal que, si disputa la Copa, también tendrá su cabeza en el torneo del KO. Sólo unos días después de jugar contra los merengues, el equipo de Marcelino, ante Barcelona o Atlético, debería buscar el pase a una final histórica para el submarino.

Así que, si el jueves el Villarreal tumba al Getafe, deberá tomar aire para afrontar un mes intenso y sin descanso. Un mes que marcará el futuro más próximo del equipo amarillo.