El Ayuntamiento de Borriana publicaba ayer de manera oficial el anuncio para la licitación de las obras de derribo de la antigua papelera de Borriana. Con esta publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), se abre el plazo de la presentación de las plicas por parte de las compañías interesadas en llevar a cabo las obras de derribo y la posterior adecuación de los terrenos resultantes. «Con esta publicación se entra en la fase definitiva para el derribo y poder contar para la ciudad con un espacio nuevo con una gran potencialidad para que se pueda desarrollar allí alguna actividad, además de que se tendrá una vista diferente de la entrada en la ciudad», explicó ayer Juan Granell concejal responsable del derribo en el consistorio borrianense.
El plazo de presentación de plicas se desarrollará durante 26 días y finalizará el próximo 30 de marzo y cuenta con una partida presupuestaria de 290.000 euros, que se financiarán a través de un préstamo bancario. Uno de los puntos importantes que deben contemplar las empresas es el tratamiento del amianto, muy presente en el edificio de la Papelera. «Dentro del pliego de condiciones, se solicita que las empresas que aspiran a este trabajo presenten los certificados que acrediten su capacitación para el tratamiento de este material tan delicado», explicó Granell.
Otro de los puntos a tener en cuenta es la conservación y protección de la chimenea industrial, declarada Bien de Interés Municipal. Según explicó el edil la chimenea «se queda y la empresa responsable del derribo tiene que asegurar el afianzamiento de esta parte del edificio». «En el proceso de selección se comprobarán los aspectos económicos y también los técnicos, por lo que el respeto de la chimenea será algo importante en el proceso de selección», añadió.
Se esperan inversores
Una vez llevado a cabo este derribo existirá un espacio que, según el Plan Urbanístico burrianense está destinado a actividad terciaria en parte y residencial en otra «aunque el ayuntamiento no está cerrado a hacer modificaciones en caso de que sea necesario», explicó Juan Granell. «Ya han venido por el ayuntamiento algunos inversores preguntando por la papelera, pero todavía no hay ninguna propuesta concreta», dijo. De igual forma, el edil explicó que el equipo de gobierno «está abierto a que lleguen inversores con ganas de aprovechar ese nuevo espacio con el que cuenta el ayuntamiento».
La antigua Papelera del Millars se clasificó en su día como suelo reservado para uso terciario hospitalario con el ánimo de acoger el Hospital de la Plana, que se construyó en Vila-real. Al no desarrollar el proyecto, los propietarios solicitaron al consistorio la expropiación de los terrenos en su día y, tras varios años de procesos judiciales, el consistorio ha tenido que desembolsar cerca de 12 millones de euros por ellos y todavía hay pendiente algún procedimiento.
