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El fuego, la música y la luz iluminan El Fadrí

Los bomberos del parque municipal despliegan por primera vez desde el Mercat Central al campanario la «senyera» y el cartel de las fiestas

El fuego, la música y la luz iluminan El Fadrí

La música de la «dolçaina i el tabal», los juegos pirotécnicos y el habitual despliegue de la «senyera» de Castelló y del cartel anunciador de las fiestas de la Magdalena engalanaron e iluminaron ayer el campanario municipal en la tradicional «Enfarolà».

El acto se celebró justo al finalizar el desfile del Pregó. El epicentro de la fiesta se trasladaba a la plaza de Mayor pasadas las nueve y media de la noche, donde una multitud de castellonenses aguardaba el encendido de uno de los principales símbolos de la ciudad. Se trata de una ceremonia breve pero que encandila por su espectacularidad y emotividad. Muestra los elementos propios del castellonerismo como la pirotecnia, la música de la «dolçaina», la «senyera» y el monumento civil de El Fadrí. La plaza Mayor se llenó para presenciar una de las actividades clásicas de las fiestas fundacionales.

La «Enfarolà» encaraba su pistoletazo de salida cuando llegaron a la plaza las reinas de la fiestas, Nuria Gormaz y Cristina Batalla, acompañadas por sus damas de honor y las autoridades. En ese momento arrancaba con los sones de la marcha cristiana de la «Batalla de San Hipólito», interpretada por un grupo de «dolçaina i tabal». A continuación, dos castillos de fuego precedían a la «Enfarolà» en sí, que fue encendido a través de una traca que dibujó los colores de la «Senyera» en los laterales de El Fadrí.

El colofón llegó con el tradicional despliegue de la «senyera» y del cartel de la Magdalena. Este año, por primera vez en la historia, del acto, la bandera de la ciudad con el cartel de las fiestas no se descolgó desde arriba del campanario, sino que fue trasladado desde el Mercat Central hasta el campanario acompañado con el sonido de la Marcha de la Ciudad. Los bomberos del parque municipal fueron los encargados de colocar el emblema con una llamativa actuación, que recibió un sentido aplauso por parte del público presente cuando llegaron a lo alto del Fadrí.

Las notas de canciones de música popular como el No volem cap, la Manta al Coll o Ramonet y una última pirotecnia cerraron el acto. La gente finalizó la velada entonando la música tradicional guiada por la «dolçaina i tabal».

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