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Na Violant homenajea a Jaume I

Andrea Barrera cumple el ritual que recuerda la figura del Conqueridor y el privilegio de traslado que concedió a la ciudad de Castelló

Na Violant y la reina de las fiestas depositaron una corona en la figura de Jaume I. acf

El sol estaba casi en lo más alto cuando dio comienzo el tradicional homenaje al Rei en Jaume I, fundador de Castelló de la Plana en 1251. El olor a pólvora de fondo acompañó una solemne puesta en escena que devolvió a la ciudad a los orígenes medievales. La reina Violant d'Hongria, representada por Andrea Barrera, rindió tributo a la figura del Conqueridor ante el monumento en su honor de la avenida Rei en Jaume.

Centenares de castellonenses se dispusieron alrededor de la escultura, que fue diseñada en el siglo XIX por el escultor Viciano a petición del mossén Juan Bautista Cardona, para asistir a la ceremonia histórica. El acto evoca los privilegios que otorgó Jaume I para que los pobladores de la ermita de la Magdalena se pudieran asentar en el llano. Arrancó con un desfile desde la plaza Fadrell a la escultura. La Na Violant estuvo acompañada por sus «dones de companya», Natalia Palacio como Na Margarida, Marta Tena como Na Provençala, Yaiza Viciano como Na Rama, Lourdes Barberán como Na Ermengarda, Paula Also como Na Dolça, y Mayra Dávila como Na Eva.

También participaron los caballeros de la Milicia Templaria, escoltados por la figura de Guillém de Montrodó, que este año ha sido asumida por José Vicente Ramón Segarra, el grupo de tambores y bombos de la Germandat dels Cavallers y los caballeros del Centenar de la Ploma y finalizó ante el pedestal, donde aguardaban las autoridades. A renglón seguido arrancó el cortejo ceremonial con una tamborrada.

Andrea Barrera, en su papel de Na Violant, leyó el laudo arbitral que liberó a Castelló del feudalismo del infante Pedro de Portugal y se dio cuenta del privilegio de traslado que concedió Jaume I a la nueva villa.

A continuación las «dones de campanya» ofrendaron al rey flanqueadas por un arco de espadas, y seguidamente la Na Violant, la reina de las fiestas, Dunia Gormaz, y el alcalde, Alfonso Bataller, depositaron una corona de flores al «Conqueridor», lo cual supuso el broche a un acto siempre cargado de emotividad.

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