Decenas de miles de castellonenses han madrugado hoy animados por la campana Vicente y por la pirotecnia para hacerse con la tradicional caña y cinta verde y partir formando parte de la Romeria de Les Canyes para recordar la fundación de la ciudad y reafirmarse en el sentimiento colectivo de pueblo.

Después del arranque de las fiestas con un multitudinario Pregón, los vecinos de Castellón y de muchas poblaciones de los alrededores se han citado hoy para participar en el acto más multitudinario de las fiestas de la Magdalena.

A las 6.30 horas la campana Vicente ha comenzado a tañer acompañada por la "gran despertá" a cargo de la pirotecnia Peñaroja y la diana por la Colla de Dolçainers i Tabaleters de Castellón, señal inequívoca de que es hora de acudir a la plaza Mayor a hacer cola para adquirir una de las 25.000 cañas que se han repartido este año.

Las autoridades políticas, acompañadas por las reinas de las fiestas, Dunia Gormaz y Cristina Batalla, sus damas de honor y la Junta de Fiestas han emprendido el camino tras la misa de romeros en la Concatedral de Santa María.

El president de la Generalitat, Alberto Fabra ha asegurado que se trata de un día en el que todos los castellonenses "caminan juntos para recordar lo que hicieron los antepasados".

Esta, ha agregado, "es la mejor manera de poder guiar y escribir el futuro, saber y compartir el camino, hacerlo codo con codo con aquellos que pueden ayudar a transformar una sociedad".

Por su parte, el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig ha remarcado que "aquí comenzó una parte de nuestra historia y la historia está para aprender de los errores y de nuestra potencialidad como pueblo".

El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, ha destacado que los "castelloneros nos concentramos aquí para realizar la Romeria como tributo a nuestros antepasados y nuestra cultura".

Junto a ellos miles de personas agrupadas con familiares, amigos, collas o gaiatas, muchos de ellos con sus tradicionales carros engalanados, han enfilado la comitiva rumbo al Castell Vell y pronto han llegado a Sant Roc de Canet para almorzar el tradicional "figa y doset".

El trayecto está controlado por un extenso dispositivo de seguridad, según ha recordado el delegado del Gobierno, Serafín Castellano, mientras que la Guardia Civil ha reforzado la seguridad en las vías de acceso en la Romeria con 110 efectivos de Tráfico.

Así, las fuerzas de seguridad y el consistorio han dispuesto un dispositivo para que tanto aquel que decida realizar el camino a pie, como aquellos que elijan los servicios de tren o autobús especialmente dispuestos para esta jornada, puedan acceder sin problemas hasta la Ermita de la Magdalena.

Tras el almuerzo, la marea de cañas y cintas se encaminan hacia el Castell Vell, lugar de asentamiento de los antepasados de la ciudad, que abandonaron para dirigirse hacia La Plana en 1.252 por el privilegio otorgado por el Rey Jaume I.

Allí es donde se desarrolla la comida, que normalmente suele estar compuesta por una tortilla de habas o un plato de paella, ofrecido por el Ayuntamiento de la ciudad, que cocina una gigante.

Y entonces comienza lo que es en esencia la conmemoración de la fundación de la ciudad: la "torná" desde el cerro hasta la ciudad, que cuando se realizó, siete siglos atrás, sobrevino la noche y una tempestad y las tierras, que eran pantanosas y fangosas, obligaron a portar un cayado y a iluminar el camino con un candil.

Los niños llevaban también un pan cocido en forma de rollo a forma de collar y las cañas se utilizaban como pértiga para salvar el terreno pantanoso.

Es así como surgieron los símbolos de lo que hoy son las Fiestas de la Magdalena, declaradas de Interés Turístico Internacional en 2011.

La jornada de hoy concluye con el Desfile de Gaiatas, donde cada comisión de sector exhibirá su monumento en procesión.