A las doce del mediodía, marcado por las campanas de la Iglesia de la Asunción se hizo el silencio en l'Alcora. La encargada de romperlo fue la presentadora de televisión, Silvia Jato, quien ataviada con vesta y bombo marcó los toques iniciales, a los se sumaron más de mil tamborileros tocando al unísono. Así dio comienzo la Rompida de la Hora en la plaza España de l'Alcora.

Este año quisieron participar de la fiesta el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, y la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, entre otras autoridades, para unirse a la corporación municipal y al resto de cofrades, tocando también el bombo.

La Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario, organizadora del multitudinario acto de la Rompia de la Hora, consiguió, un año más, reunir a miles de tamborileros venidos de toda la provincia para escenificar conjuntamente el momento cumbre de la muerte de Jesucristo. La Rompida de la Hora se ha constituido como el acto más atrayente de la Semana Santa de l´Alcora, marcado por un cierto misticismo que atrae mágicamente incluso hasta los más escépticos. No en vano, cada año esta peculiar manera de rezar y sentir la Semana Santa tiene más adeptos. El 13 de enero de 2012 el pleno del Consell acordó declarar la Rompida de la Hora Bien de Interés Cultural de la Comunidad Valenciana, reconociendo así su arraigo y singularidad. Y ahora se ha solicitado a la Conselleria su declaración de Bien de Interés Turístico autonómico.

Fervor puntual en Almassora

Puntuales y acompasados con las campanas de la Natividad, los integrantes de «Tambors de Passió» rompieron en la madrugada del Jueves al Viernes Santo el silencio en Almassora, en la medianoche que marca el tránsito al calvario de Jesucristo. Fue una ocasión especial por el 25 aniversario de la sección de tambores y bombos de la Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario y por la presencia del televisivo Pedro García Aguado. Su asistencia como invitado de honor y las altas temperaturas propiciaron que la plaza Mayor de la Vila estuviera más llena que de costumbre. Las calles del casco antiguo se cubrieron con un tapiz de hierbas aromáticas y las antorchas regresaron a las fachadas para retomar el ambiente místico propio de la Semana Santa. Así recibieron a García Aguado minutos antes de las doce de la noche, que llegó custodiado por el director de la formación de tamborileros, Damián Aguilella, así como por el alcalde de Almassora, Vicente Casanova, y el vicepresidente de la Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario, del mismo nombre. Los aplausos al exnadador pronto dieron paso al silencio más absoluto en los minutos previos a la medianoche. Con el tañido de las campanas de la Natividad, arrancó el toque de honor y bombo gigante dio paso al esperado estruendo.