La estadounidense Serena Williams logró su octavo título en el Abierto de Miami al pasar por encima de Carla Suárez, que, en su primera final de un Masters 1.000, nada pudo hacer para detener el vendaval de tenis que se le vino encima (6-2 y 6-0).

La número uno del mundo puso en marcha la maquinaria Williams durante 56 minutos, y, con 26 golpes ganadores más que la canaria y un 95 % de efectividad de su primer servicio, ganó su segundo título del año tras el pasado Abierto de Australia.

Suárez aguantó hasta el 2 iguales, y desde ese momento la pequeña de las hermanas Williams le endosó 10 juegos seguidos, en un partido sin apenas ritmo, con puntos que se cerraban en tres o cuatro golpes. Al inicio del choque, Williams impuso la rotundidad de su saque para marcar las diferencias, mientras Suárez, con menos potencia, sacaba adelante como podía sus saques. En el sexto juego se acabó el partido. Williams logró romper el servicio a la tenista española, que, en su búsqueda de bolas muy profundas, erró en varios golpes que se fueron más allá de la línea de fondo.