La decisión de la Conselleria de Sanidad de no ampliar la cifra de aceleradores de radioterapia en el Hospital Provincial de Castelló, tal como aconsejan loas sociedad científicas, mantiene el malestar entre médicos y pacientes del centro hospitalario.
«Castelló necesita tres aceleradores y el acuerdo consiste en sustituir uno viejo por otro, con lo que sigue estando la asignatura pendiente. Dentro de dos años estaremos igual, con uno más viejo con averías y el nuevo», advirtió Amalio Palacios, representante de Comisiones Obreras en el hospital. El director del Instituto Oncológico del Hospital Provincial, Carlos Ferrer, ayer eludió hacer declaraciones, pero tiempo atrás afirmó que el centro necesita un tercer acelerador para dar respuesta a las necesidades actuales. También varios usuarios mostraron su disconformidad con lo acordado.
La dirección del hospital, que integran la conselleria y la diputación, aprobó el miércoles iniciar los trámites para adquirir un nuevo aparato de radioterapia. Pero esta previsión no supone un incremento de dos a tres del numero de equipos, tal como ha venido demandando el hospital y la diputación desde 2010, sino que la unidad a comprar sustituirá a la más antigua, cuya vida útil finaliza en junio de 2016. Aunque la medida ha sido consensuada entre la conselleria y la diputación, ha sido Sanidad la que ha fijado su posición, ya que no se aumentarán los aceleradores y dentro de un año, cuando se inaugure el nuevo, el hospital seguirá en una situación parecida a la actual; con un acelerador nuevo y con otro que rondará los 10 años y que empezará a registrar averías -recientemente permaneció una semana sin funcionar-.
El equipo que será cambiado empezó a operar hace doce años y el segundo en 2006. Ya entonces se planteó la conveniencia de adquirir un tercer acelerador y, en 2010, la junta del hospital, que entonces comandaba Carlos Fabra, lo solicitó, pero la Conselleria de Sanidad se ha venido negando. Ahora acepta adquirir un nuevo acelerador pero con la condición de reemplazar el más antiguo no de refuerzo.
Asimismo, el aparato, que tiene un coste de tres millones de euros, tardará un año en estar en marcha. Cuando lo haga, el segundo acelerador que seguirá en funcionamiento contará una década de existencia, cuando la vida útil de estas maquinas se sitúa entre los 12 y los 15 años.
Fuentes de la conselleria justificaron el plazo de un año en que la instalación de un acelerador «conlleva unas fases de obligado cumplimiento que pueden durar en torno» al citado año.
Añadieron el « compromiso del Consell en la mejora de la asistencia del centro de Castelló. Prueba de ello, es por ejemplo, que en la sesión celebrada en el día de ayer, el consejo de gobierno aprobó una generación de créditos por importe de 17.477.843,68 euros por mayores ingresos procedentes de la Generalitat para liquidar las obligaciones pendientes del consorcio de 2014».
