La Societat d'Amics de la Serra d'Espadà estima que desde el año 2000 la Generalitat Valenciana ha talado una extensión longitudinal de más de 900 kilómetros de arbolado a un promedio de 300 árboles por kilómetro, bajo el argumento de construir cortafuegos «que finalmente han destruido masa forestal y no han sido efectivos para la prevención de incendios».
En suma, según estos cálculos, la conselleria ha eliminado más de 270.000 árboles del paraje natural protegido de la comarca del Alto Palancia en los últimos 15 años en el marco de planes de cortafuegos y de prevención de incendios forestales con presupuestos millonarios.
No obstante, los portavoces de la SASE, en la misma línea que la Plataforma Bosc Viu (integrada por más de 20 colectivos), argumentan que dichos cortafuegos han esquilmado parte del bosque que supuestamente debían proteger y que tampoco han sido efectivos por diversas razones. La primera, el supuesto «abandono» del mantenimiento de los corredores creados a coste de la tala masiva de árboles. «Han hecho los cortafuegos, han cortado miles de árboles sanos y después simplemente no han mantenido los corredores, de modo, que incluso aceptando que este tipo de cortafuegos fueran efectivos, no ha servido de nada», apuntaron portavoces de la SASE.
Es más, la entidad precisó que la tala de arbolado ha dado paso al crecimiento de especies de plantas altamente inflamables y poco resistentes al fuego como las gramíneas. «Han quitado árboles sanos y especies con mayor capacidad de retención de agua y de humedad y en su lugar ha quedado una zona arrasada donde rápidamente han crecido plantas fácilmente inflamables, que suponen un verdadero combustible para un incendio. Además, la falta de mantenimiento hace que estas hierbas proliferen y se conviertan en un peligro», añadieron.
Los veinte colectivos integrados en la plataforma «Bosc Viu» ya denunciaron en 2013 una supuesta agresión de «silvicultura destructiva» acometida a través de un proyecto de la propia Conselleria de Medio Ambiente en el parque natural protegido de la Serra d'Espadà.
Según la plataforma, se trata de una serie de actuaciones en pleno corazón de la Serra d'Espadà «ecológicamente agresivas» y consistentes en la «eliminación de gran parte de la vegetación y alteración del suelo fértil con la excusa de proteger y regenerar el ecosistema, lo cual parece absurdo y contradictorio, o hacer lo que llaman silvicultura preventiva contra incendios, pero no es así. Finalmente el único resultado ha sido destruir bosques en buenas condiciones antes de que fueran afectados por el fuego, que era la supuesta amenaza. ¿Se los mata para protegerlos?».
