El director del colegio Hermanos Ochando de Almassora, Manuel Balada, confirmó ayer la suspensión de los talleres infantiles en la residencia de ancianos Vicente Vilar tras la detección de un caso de tuberculosis en uno de los internos. Según detalló el docente, el exhaustivo plan de prevención activado por Salud Pública ha obligado a cancelar las actividades programadas en el geriátrico.
De esta forma, una de las seis aulas de infantil del colegio no se desplazará hasta el centro de la avenida Generalitat para evitar un hipotético contagio. Sus cerca de 25 alumnos serán los únicos del ciclo que no participarán en los talleres que hasta la fecha se han desarrollado en el geriátrico con gran éxito. Se trata de actividades previstas para fomentar la convivencia entre mayores y pequeños. Estos últimos conocen las rutinas de la tercera edad y ayudan a los internos a manejar sus sillas de ruedas, participar en juegos de mesa, etc.
Los otros casi 125 estudiantes que realizaron esta actividad antes del diagnóstico de un caso de tuberculosis ya han sido sometidos a las pruebas para descartar el contagio. Según indicó ayer el director del colegio Hermanos Ochando, los responsables de Salud Pública realizaron a primera hora de la mañana los análisis a los niños que no pudieron ser atendidos en la jornada del viernes.
De momento, todos los resultados obtenidos han dado negativo, tal como preveía el departamento.
La situación se ha repetido en las pruebas realizadas al resto de internos de la residencia, así como a los trabajadores y a las personas ajenas al centro que han mantenido algún contacto con el enfermo. Cabe recordar que el geriátrico cuenta con 56 plazas para usuarios permanentes, repartidos en habitaciones dobles, además del centro de día, que también funciona con normalidad a pesar de este episodio.
Los trabajadores del geriátrico, que tiene una plantilla de 45 empleados, y los conductores de los vehículos adaptados de Cocemfe también han sido sometidos a los análisis para descartar el contagio. Junto a los internos, el protocolo de actuación de Sanidad estipula que son población de riesgo por la exposición a la bacteria. No obstante, son las personas mayores e inmunodeprimidas quienes componen el colectivo más vulnerable a la tuberculosis.
