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Altura sale a la calle para impedir la instalación de una antena telefónica

Los vecinos denuncian que el dispositivo se prevé ubicar a 40 metros de una ludoteca infantil

Alrededor de cuatrocientas personas, según la organización, salieron ayer a la calle en Altura con el fin de mostrar su disconformidad con la colocación de una antena de telefonía móvil en un edificio en pleno núcleo urbano de la población, a unos cuarenta metros de una ludoteca infantil. Al grito de «Por nuestra salud, no a la antena» los alturanos quisieron expresaron su más absoluto rechazo a la instalación de esta antena de la compañía Vodafone en la calle Juan Terrada. Y es que desde que el pasado viernes se tuviera conocimiento de la noticia, alturanos y simpatizantes con la causa han iniciado diversa acciones para impedir la instalación del dispositivo. Tanto es así que en tan solo siete días, se ha creado una plataforma y se han recogido más de mil firmas que se han presentado en el ayuntamiento.

Asimismo, todos los grupos políticos han mostrado su apoyo a la plataforma vecinal y el propio ayuntamiento también ha querido mostrar su absoluto rechazo a la instalación paralizando, mediante un decreto ley, las obras de colocación de la antena.

Según explicaban los representantes de la plataforma, incluso la familia propietaria de la finca donde se prevé colocar la antena al ver la reacción del pueblo se ha echado atrás en su decisión. Sin embargo, la firma del contrato con la compañía ya está ejecutada, por lo que «el lunes tenemos una reunión con todas las partes, ayuntamiento, compañía, plataforma y familia propietaria de la finca, para ver si podemos llegar a un acuerdo y que no se instale ahí», indicaron.

En este sentido, el alcalde, Rafael Rubio, se ofreció a negociar con la compañía telefónica para que la antena sea ubicada en unos terrenos situados a las afueras del núcleo urbano.

Tal y como explicaba uno de los miembros de la plataforma, José Miguel Martínez, el objetivo es paralizar la puesta y concienciar a los vecinos «de que esto no es una cuestión que afecte solo a la que se va a instalar, sino que las radiaciones nocivas que emiten estas antenas afectan a todo el pueblo». Así pues, tras la manifestación Martínez resaltó que «debemos tener claro que no se trata de un acto político, sino de un acto de disconformidad con una cosa que nos atañe y nos perjudica a todos». «Es un bien para el futuro de nuestro pueblo porque si indagas sobre las consecuencias de estas antenas, es verdad que son muchas», puntualizó.

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