La Universitat Jaume I prevé comenzar antes de verano la obra completa de la primera fase de la facultad de Ciencias de la Salud por un importe de 17,8 millones de euros que se suman a los 3 millones ya previamente invertidos en el primer módulo, lo cual supone un presupuesto total de 20,8 millones, según confirmaron fuentes de la Jaume I. Eso sí, la licitación contempla el pago de la obra fraccionado hasta el ejercicio 2017 para adaptarse a los compromisos de pago de la Generalitat Valenciana.

Esta circunstancia, y las reiteradas demoras en los pagos de la Generalitat harán que finalmente la UJI no pueda inaugurar las instalaciones hasta el curso 2017-2018, a pesar de que inicialmente se había previsto ponerlas en funcionamiento en el curso 2014-2015 antes de que la sede provisional (el edificio de la ampliación de la Facultad de Humanas) quedara saturada. La carencia generada ha forzado a la Jaume I a buscar aulas alternativas y repartir a los estudiantes de Medicina, Enfermería y Psicología en otras facultades del campus para ciertas materias.

Con todo, la licitación de la obra supone un paso decidido para la consolidación de los estudios de Ciencias de la Salud en la Jaume I. Durante el año 2015 se invertirá una consignación de 1,9 millones de euros destinados al segundo módulo del edificio, el equivalente a la partida habilitada por la Generalitat Valenciana en sus presupuestos.

Eso sí, la conselleria no abonará en 2015 los 18 millones de euros comprometidos y dividirá el pago en tres plazos, según los cuales se presupuestarán 5,2 millones de euros en 2016 y 10,5 millones en 2017.

De este modo, el presidente del Consell, Alberto Fabra, ha delegado la mayor parte de su compromiso con la facultad de Salud en el próximo gobierno de la Generalitat Valenciana, cuya composición dependerá del aún incierto resultado de las elecciones autonómicas y municipales de mayo.

Aún así, el equipo de gobierno de la Jaume I está relativamente satisfecho con un acuerdo que le permitirá disponer de la financiación de la obra después de años de incumplimientos y proseguir en 2015 con las obras del segundo módulo de la primera fase.

No en vano, el acuerdo recién ratificado con la Generalitat no sólo afecta a la sede de Ciencias de la Salud y se enmarca en un pacto por el que la UJI ha recibido el 50% de los 80 millones de deuda histórica pendientes.

Eso sí, se trata de una solución de cirugía contable, ya que la Conselleria de Educación no dispone de tal dinero y lo abonará indirectamente asumiendo parte de la deuda bancaria de la Jaume I. El resto de la deuda histórica (otros 40 millones de euros) se seguirán abonando a plazos hasta el año 2022.

Pero la financiación del edificio de la facultad no es el único problema que planea sobre los estudios de Salud, ya que el Gobierno sigue impidiendo la contratación del profesorado necesario.

La petición de la Universitat Jaume I a la Generalitat Valenciana para que mediara de forma urgente ante el Gobierno no ha tenido respuesta y el decreto estatal que prohíbe a las universidades convocar nuevas plazas de profesores funcionarios sigue impidiendo a la UJI completar su proyecto docente en las titulaciones de Medicina y Enfermería, para las cuales necesitaría contratar un mínimo de 36 nuevos profesores a tiempo completo antes de dos años, según confirmaron fuentes del rectorado de la universidad.

Esta circunstancia está obligando a la UJI a desarrollar la labor docente y el plan de estudios con profesorado provisional en comisión de servicios, contratos temporales y asociados a tiempo parcial que trabajan actualmente en el sistema público sanitario; una solución provisional que la UJI considera insostenible.