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El consistorio niega que el «tomicus» afecte al pinar de la ciudad como denuncia el PSPV

Descartan su presencia en el parque Ribalta o en el Raval Universitari y afirman que hacen un seguimiento «riguroso»

La plaga del «tomicus» no ha entrado a la ciudad de Castelló. Este es el mensaje que enviaron ayer desde el ayuntamiento en contestación a la denuncia del grupo socialista de la posible afección de los primeros pinos en el casco urbano tras arrasar hace unos meses el pinar del entorno de la ermita de la Magdalena.

Fuentes municipales aseguraron ayer de forma contundente que «no se ha detectado tomicus en el parque Ribalta, ni en el del río Seco, ni tampoco en el entorno del Raval Universitari o del Pinar del Grau». Sobre la divulgación de imágenes de pinos secos por la ciudad, tal y como ha publicado este diario, aseguran que se trata de pinos con hojas secas «pero que no están afectados por la plaga ya que no tienen agujeros en la corteza, que es lo que caracteriza el ataque del tomicus». En esta línea, insisten en que «desde el Ayuntamiento de Castellón se hace un seguimiento riguroso de las zonas verdes de la ciudad y en el momento en el que se detectara algún problema, se le daría solución».

La visión es totalmente distinta por parte del concejal socialista de Medio Ambiente, Javier Peris, quien aseguró ayer que la «negligencia» del PP ha permitido que la plaga del 'tomicus destruens' haya llegado al centro urbano. Según afirma, «la plaga, focalizada inicialmente en parajes emblemáticos como la ermita de la Magdalena o el Pinar del Grau, se está extendiendo de forma peligrosa a otros puntos del término, incluso parques». Esta circunstancia, a su juicio, «puede afectar de forma dramática a la masa arbórea de la capital, de forma parecida a lo que hizo el picudo rojo con la población de palmeras urbanas».

Peris achaca el presunto avance de la plaga a «la negligente gestión del Ayuntamiento de Castellón, que se quedó de brazos cruzados y menospreció los efectos destructores del coleóptero, lo que ha provocado que la plaga esté actualmente descontrolada». A su modo de ver, se reaccionó «tarde, en noviembre, cuando los primeros síntomas aparecieron en marzo de 2014». Asimismo, lamenta que «las medidas preventivas, que se limitaron a apear los pinos afectados, fueron insuficientes», pues «no se instalaron trampas con feromonas para capturar los ejemplares adultos, ni tampoco se aplicó una lucha integrada con métodos y procedimientos eficaces contra la plaga y respetuosos con el medio ambiente».

Los principales espacios verdes perjudicados, según Peris, «van desde los jardines situados en el margen del Riu Sec, en la zona de la UJI, hasta el Parque Santa Rosa -polideportivo Ciutat de Castelló-, pasando por los parques Sensal, Geólogo José Royo y Rafalafena; incluso el parque Ribalta presenta síntomas de presencia del escarabajo», ha dicho.

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