El último pleno ordinario de la legislatura en el Ayuntamiento de Vila-real, no exento de tensión, aprobó ayer la incorporación a las cuentas municipales de este año de un total de 2,6 millones de euros fruto de los remanentes de 2014. El edil de Hacienda, Javier Serralvo, explicó que la cuantía se distribuirá entre todas las áreas del consistorio para «poder atender las necesidades de los diferentes departamentos», señaló.
Algunos de los propósitos en los que se invertirán los remanentes son la mejora de la vía pública, con más de 350.000 euros; la dotación de 65.000 euros para las ayudas de comedor escolar; 250.000 euros para Fiestas; 300.000 euros en Comunicación o un nuevo convenio entre Servicios Sociales y la plataforma antidesahucios.
La modificación llegó con el voto en contra del Partido Popular, formación desde la que plantearon que la gestión de estos millones de ahorro se dejara para que fuera el nuevo equipo de gobierno que tome las riendas tras los próximos comicios municipales del 24 de mayo quien la ejecutara. En este sentido, Serralvo comentó que el momento «es ahora una vez liquidado el presupuesto» y aseguró que no podían «paralizar la vida del ayuntamiento». No obstante, indicó que la nueva corporación podrá hacer alguna modificación.
Tensión
La chispa que desató la polémica surgió a raíz de las declaraciones del edil popular Javier Nácher quien cifró en 693 euros la inversión que el reparto contempla «para fomento de empleo». Finalmente, tildó el presupuesto de «irreal» y subrayó que «ha habido ocho millones afectados en notas de reparo». Por su parte, el edil del Bloc, Pasqual Batalla, calificó de «falsas» las palabras de Nácher y remarcó que el dinero para empleo «está previsto desde el principio y no solo con esta modificación presupuestaria», puntualizó.
Además, la hostilidad entre equipo de gobierno y oposición, protagonizada sobre todo entre el alcalde de la ciudad, José Benlloch, y el portavoz del Partido Popular, Héctor Folgado, se encendió en alusión a los procesos judiciales que ambos tienen abiertos. El munícipe recordó la vinculación de la empresa PIAF con la trama Gürtel y Folgado, aunque de manera indirecta, se refirió al caso 'coach' como «una de las empresas contratadas por el actual equipo de gobierno e investigada por la sección especializada en anticorrupción de la fiscalía de Castellón», aseveró.
Mención honorífica
El pleno sí dio luz verde de forma unánime a la modificación del reglamento para aprobar la excepcionalidad que permitirá que la ciudad pueda contar con más de tres Hijos Predilectos en vida. A finales de esta semana o principios de la próxima, se dará luz verde al nombramiento de los hermanos Manuel y Héctor Colonques, fundadores de Porcelanosa, y de José Gómez Mata.
El Consell Local de l'Esport fue aprobado por unanimidad aunque el portavoz de los populares, Héctor Folgado, fue crítico al señalar que el organismo llega «demasiado tarde». A partir de ahora, se abre un plazo de exposición pública de un mes por lo que el órgano ya entrará en vigor tras las elecciones.
«Vila-real Integra», el Plan de Convivencia y Ciudadanía 2015/2018, fue otros de los puntos a los que se dio luz verde con el beneplácito de todos los grupos.
Por otra parte, Alejandro Moreno dejó de forma oficial de ser miembro de Esquerra Unida tras su decisión de abandonar el partido político pero conservar el acta de concejal hasta el final del mandato. Formará parte de las comisiones informativas como edil no adscrito y en los órganos consultivos.
Finalmente, la sesión de debate ordinaria fue también la última para algunos ediles aunque aún participarán en el pleno de convocarse una nueva sesión extraordinaria. Xus Sempere del PSPV, Alberto Ibáñez de Iniciativa/Compromís y Alejandro Moreno, concejal no adscrito tras darse de baja de Esquerra Unida, no concurrirán a las próximas elecciones. Tampoco participarán los populares Ignasi Clausell, Josep Benedito y Mª Carmen Muñoz, quienes se descuelgan de la nueva lista de Folgado.
También por el PP, y lejos de las posiciones de salida, están Luisa Porcar, Carmen Cantavella y Maribel Marzá.
