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Los agricultores piden que el parque cultural de la Valltorta respete las granjas

Un centenar de ganaderos presentan alegaciones para que continúe su actividad y se permitan en el entorno las explotaciones agropecuarias

Los agricultores piden que el parque cultural de la Valltorta respete las granjas

Cuando se tramitaba el parque cultural de la Valltorta el alcalde de Ares, Abelardo Tena, ya alertó que los ganaderos y agricultores estaban preocupados por cómo afectaría la protección del parque cultural a sus explotaciones. Así, un centenar de propietarios de granjas y explotaciones agropecuarias y la Unió de Llauradors i Ramaders han presentado alegaciones al expediente que declara BIC las pinturas rupestres de la Valltorta y su entorno.

Se extienden a los términos de Ares del Maestrat, Morella, Catí, Tirig, Coves de Vinromà, Albocàsser, Vilar de Canes y Benassal. Ganaderos y sindicato agrario demandan que se permitan la actividad de granjas en estos términos municipales. En todos estos municipios abundan las granjas de cerdos, pollos o conejos. En la normativa del parque únicamente se permiten tareas agrícolas tradicionales y ganadería extensiva -la que pasta al aire libre--. Es por eso que los granjeros están sumamente preocupados.

Ganaderos y el sindicato agrario apuntan que la actividad ganadera es prácticamente la única actividad económica que fija la población en estas localidades. Así mismo, señalan que las explotaciones ya cumplen con la normativa de la conselleria de Agricultura y no tendría sentido aplicar una que hace referencia a la protección de Bienes de Interés Cultural.

En el articulado del parque cultural se establece que las actividades ganaderas existentes se deberán adaptar para minimizar el impacto visual que suponen. Al respecto, desde la Unió se demanda a la Generalitat que «facilite los medios técnicos y económicos necesarios para realizar las medidas correctoras necesarias que minimicen el impacto visual y que se establezca un plazo de cuatro años para la implementación de estas medidas en esas explotaciones ganaderas existentes en la actualidad».

Un aspecto que ha contrariado a los ganaderos y a la Unió de Llauradors es que en la normativa del parque se limite la apertura de nuevas explotaciones ganaderas intensivas. Esta normativa «provocará el abandono de la actividad de las explotaciones ganaderas pequeñas al no poder ampliar su capacidad productiva y por ende económica. Esta medida comportará un mayor despoblamiento de estas zonas rurales que han mantenido durante un largo periodo de tiempo, el paisaje, la cultura y los elementos que se pretenden conservar», según remarcan los profesionales agropecuarios.

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